El exmandatario de Bolivia, Evo Morales, denunció ser víctima de una «brutal guerra jurídica» luego de que la fiscalía emitiera una orden de aprehensión en su contra por presunto abuso a una menor durante su mandato. Morales, quien se encuentra refugiado en el Trópico de Cochabamba, su bastión político, señaló que no se entregará a la justicia.
Las acusaciones y la orden de captura
La fiscalía boliviana imputó al líder cocalero de 65 años por el delito de «trata de personas agravado», derivado de un presunto acuerdo con los padres de una menor de 15 años. El escándalo se remonta a 2015, cuando Morales aún gobernaba Bolivia. Según el expediente, tuvo una hija con la adolescente en 2016.
La fiscal Sandra Gutiérrez informó que la orden de captura fue emitida el 16 de octubre, pero se mantuvo en silencio debido a los riesgos de ejecución ante las protestas de los simpatizantes de Morales. “Estaba de por medio la vida de funcionarios y civiles”, afirmó.
Morales responde: «Soy un trofeo de guerra»
Desde su refugio, Morales utilizó la red social X para denunciar que el gobierno de Luis Arce lo está utilizando como «trofeo de guerra». Acusó a las autoridades de una campaña de difamación y persecución para destruirlo políticamente.
“El Gobierno tiene un ejército de fiscales, jueces, policías y militares que buscan eliminarme políticamente, moralmente y físicamente”, declaró Morales, quien mantiene su intención de competir en las elecciones presidenciales de 2025, pese a estar inhabilitado.
Tensión en el Trópico de Cochabamba
El abogado de Morales, Nelson Cox, confirmó que su cliente no se entregará y advirtió sobre posibles conflictos si la policía intenta ejecutar la orden de captura. “Si quieren atentar contra su vida, la población del Trópico no lo permitirá”, aseguró.
Por su parte, el exmandatario continúa con sus actividades públicas. Se espera que asista a una celebración partidaria este miércoles para conmemorar su primera victoria electoral.
Un país dividido
La orden de captura contra Evo Morales profundiza la polarización en Bolivia. Mientras sus seguidores denuncian una persecución política, el gobierno de Arce enfrenta críticas por el manejo de la justicia y la falta de transparencia en el caso.
Denuncio al mundo que soy víctima de una brutal Guerra Jurídica (lawfare) ejecutada por el Gobierno de Luis Arce que se comprometió a entregarme como trofeo de guerra a EEUU.
Al igual que muchos presidentes izquierdistas de América Latina, se inventan delitos en mi contra; no…— Evo Morales Ayma (@evoespueblo) December 17, 2024