El Gobierno de Donald Trump intentó dar tranquilidad el viernes a los estadounidenses ante la amenaza del coronavirus, al decir que está preparado para responder a una enfermedad que se extiende por el mundo y ha provocado una brusca caída de los mercados bursátiles.
El vicepresidente Mike Pence, designado por la Casa Blanca esta semana para dirigir la respuesta al llamado Covid-19, se reunirá con el gobernador de Florida para discutir los esfuerzos para enfrentar al virus en ese estado.
El secretario de Salud y Servicios Humanos, Alex Azar, asistirá a una mesa redonda en la Casa Blanca con algunos funcionarios, incluido el jefe interino de la Oficina de Administración y Presupuesto, para discutir los recursos que se destinarán para combatir el coronavirus.
Las críticas al Gobierno de Trump han aumentado a medida que el brote, que comenzó en China a fines del año pasado, empeora. Cinco países más informaron sus primeros casos el viernes y la Organización Mundial de la Salud (OMS) dijo que el coronavirus podría propagarse por todo el mundo.
Las acciones estadounidenses y mundiales se desplomaron nuevamente mientras los inversores se preparan para la posibilidad de que una pandemia pueda afectar aún más una economía mundial que está en desaceleración, aumentando la presión sobre los gobiernos para que respondan rápidamente a la crisis.
El índice S&P 500 cayó hasta un 4% en las operaciones de la mañana del viernes, lo que se sumó a las fuertes pérdidas que registró en las cuatro sesiones anteriores de esta semana. El indicador está en camino de cerrar su peor semana desde octubre de 2008, durante la crisis financiera mundial.
Trump dijo esta semana que el riesgo por el coronavirus para los estadounidenses seguía siendo «muy bajo», aunque expresó preocupación por la reacción del mercado bursátil, que según el mandatario es un barómetro de la salud de la economía local y que considera importante para ser reelecto en noviembre.
En unos tuits publicados durante la madrugada, Trump dijo que el coronavirus se ha extendido «muy lentamente» en Estados Unidos y defendió la respuesta dada por su administración hasta el momento.
Medios estadounidenses informaron que la Casa Blanca ordenó a todos los funcionarios de salud y científicos del gobierno que coordinen sus declaraciones y apariciones públicas con Pence.
Con información de Reuters