La campaña demócrata para las presidenciales de Estados Unidos cuenta con una asistencia más que generosa: recibieron 310 millones de dólares (cerca de 284 millones de euros) a lo largo de julio. Dos tercios de ese monto, más de 200 millones, se han recolectado en la primera semana desde la renuncia del presidente Joe Biden a la reelección y su sustitución por la vicepresidenta Kamala Harris. La cantidad suma más del doble de lo ingresado en las arcas de los rivales republicanos el mismo mes, 139 millones de dólares.
La avalancha de ingresos desde el 21 de julio (día de la retirada de Biden) es un indicador del entusiasmo de los donantes demócratas, que en las últimas semanas antes de la renuncia de Biden se habían mostrado renuentes a aportar más fondos a lo que temían que se había convertido en una causa perdida frente a Donald Trump.
#ÚLTIMAHORA 🔴 «Es un honor para mí compartir que nuestra campaña acaba de tener el mejor mes de recaudación de fondos de base de la historia», dijo @KamalaHarris 🇺🇸🙌🏼👩🏽https://t.co/uvzJTV3L4c
— MVS Noticias (@MVSNoticias) August 2, 2024
Esa tendencia ha dado ahora un giro de 180 grados. La campaña de Harris asegura que dispone en sus arcas de 377 millones de dólares, una cifra que supera de largo los 327 millones que la campaña de su rival republicano ha declarado tener al empezar agosto. La recaudación del expresidente Trump se vio engrosada el mes pasado tras el intento de asesinato en un mitin en Pensilvania, la designación del senador J.D. Vance como su candidato a vicepresidente y la celebración de la convención republicana.
Los demócratas aseguran que dos tercios de sus ingresos en julio han provenido de simpatizantes que donaban por primera vez, y la inmensa mayoría del dinero ha llegado en pequeñas cantidades, de ciudadanos de a pie. Un 60% de los donantes han sido mujeres, y se ha multiplicado por diez el número de contribuciones de menores de 30 años.
“La tremenda avalancha de apoyo que hemos visto en un plazo muy corto de tiempo deja claro que la coalición de Harris está motivada, en crecimiento, y dispuesta a trabajar para derrotar a Trump este noviembre”, declaró la directora de la campaña de Harris, Julie Chávez Rodríguez, en un comunicado. “Nuestro dinero se destina a las tareas que ganan elecciones muy reñidas”.
La campaña de Harris puede recibir una nueva inyección de entusiasmo en los próximos días. La vicepresidenta quedará proclamada oficialmente candidata el próximo lunes, cuando terminará la votación formal de los delegados demócratas comenzada este jueves. Se espera que ese mismo día anuncie quién será su compañero de papeleta, días antes de que el Partido Demócrata inaugure su convención en Chicago, el próximo 19 de agosto.
El bufete de abogados que ha investigado a los potenciales candidatos a la vicepresidencia demócrata ha concluido ya sus trabajos y ha presentado sus informes a Harris, que este fin de semana terminará de entrevistar a sus posibles números dos. En todas las quinielas de finalistas figuran Josh Shapiro, el gobernador de Pensilvania —un Estado que los demócratas necesitan ganar a toda costa para continuar en la Casa Blanca en la próxima legislatura—, y el senador por Arizona Mark Kelly, antiguo astronauta y veterano de guerra.