Un grupo de aeropuertos y aerolíneas lanzó una acción legal contra el gobierno británico por sus restricciones de viaje el viernes, desafiando a los ministros a ser más transparentes en sus decisiones sobre el riesgo de COVID-19 en la calificación de los países de destino.
El litigio, liderado por Manchester Airports Group, con el respaldo de Ryanair, easyJet, IAG -propietario de British Airways- y TUI UK, sigue adelante a pesar de los planes anunciados por el gobierno el jueves para permitir más viajes.
«Los consumidores británicos deben entender cómo se toman las decisiones para poder planificar sus viajes con confianza, por lo que le pedimos al gobierno que proporcione los datos y el asesoramiento que sustentan su toma de decisiones», dijeron en un comunicado los directores ejecutivos de las cinco empresas involucradas.
Reino Unido dijo que los residentes británicos completamente vacunados que regresen de países de riesgo medio ya no tendrán que ponerse en cuarentena al llegar a casa a partir del 19 de julio, lo que permitirá viajar al 65% de los adultos que han recibido dos inyecciones y a los menores de 18 años.
No obstante, las compañías de viajes dicen que aún no está claro cómo toma sus decisiones el gobierno sobre la clasificación de destinos bajo un sistema de semáforo en el que el riesgo bajo es verde, el medio es ámbar y el alto es rojo.
A pesar del próximo cambio de reglas, los denunciantes quieren que la acción legal obligue a una reapertura más amplia de los viajes.
Apenas hay un puñado de destinos verdes, muchos de ellos islas pequeñas. Todos los grandes destinos como España continental, Grecia, Francia y Estados Unidos están en ámbar.
Eso significa que incluso después del 19 de julio, los viajes seguirán restringidos y la demanda disminuirá, porque aquellos que no hayan recibido dos dosis de vacuna, así como los residentes no británicos que quieran viajar a Reino Unido, deberán cumplir una cuarentena.
Dieciséis meses de restricciones de viaje han puesto a todas las aerolíneas y aeropuertos bajo una severa presión financiera, y dicen que se requiere una reapertura más completa para poder recuperarse y mantener millones de puestos de trabajo.
Su caso contra el ministro de Transporte, Grant Shapps, fue escuchado en el Tribunal Superior de Londres el viernes. El portavoz del Departamento de Transporte dijo que su sistema de semáforos manejó con cautela el riesgo de nuevas variantes, y agregó: «No podemos comentar sobre procedimientos legales».
Información de Reuters