La preocupación crece entre analistas y trabajadores luego de que trascendiera que el gobierno federal estaría preparando una iniciativa para disponer de los recursos de las Afores, los ahorros de millones de mexicanos destinados a su retiro.
Según reportes difundidos por Azteca Noticias, el plan impulsado por Morena y la Cuarta Transformación busca acceder a casi 3 billones de pesos del sistema de ahorro para el retiro, ante el evidente deterioro de las finanzas públicas y el agotamiento del presupuesto para sostener los programas sociales y las megaobras heredadas del sexenio de López Obrador.
El escenario fiscal es crítico. La deuda pública se ha duplicado en siete años y el gasto en proyectos como el Tren Maya, la refinería de Dos Bocas y el AIFA ha drenado los recursos del gobierno. Con el déficit más alto en tres décadas, el nuevo objetivo parece ser el dinero de los trabajadores, acumulado durante años en sus fondos de pensiones.
Especialistas advierten que esto representaría una de las mayores expropiaciones financieras de la historia moderna de México, un golpe directo al patrimonio individual de millones de personas. “Es el síntoma más claro de un gobierno que ya no tiene liquidez ni rumbo económico”, afirmó un economista consultado.
La posibilidad de que el Estado “administre” o “reoriente” las Afores ha generado pánico y desconfianza. En redes sociales, usuarios denuncian que el discurso oficial de “redistribución” y “justicia social” podría encubrir un saqueo disfrazado de política pública.
Mientras tanto, el gobierno no ha ofrecido una postura clara ni desmentido la intención de reformar el sistema de pensiones. Lo que sí es evidente es que Morena busca dinero donde ya no hay: en los bolsillos de los ciudadanos.

