La semana pasada, los negociadores jefe -Guajardo, el estadounidense Robert Lighthizer y la canadiense Chrystia Freeland- se reunieron durante toda la semana para tratar de desencallar la discusión, aunque no lograron sentar las bases para poder anunciar un acuerdo marco esta semana, que era la intención de Trump.
El representante mexicano explicó que la intención es trabajar de forma permanente, sin tanta «parafernalia». Además, incidió en que a quien más le urge un acuerdo es a Estados Unidos. «Si no llega a un acuerdo a más tardar para la primera semana de mayo no le permitiría llevarlo a voto con el actual Congreso, se le iría al siguiente, donde quizás pierda la mayoría. Y cuando hay urgencia, tiene que haber flexibilidad».
El principio de acuerdo a la renegociación del TLC entre México, Estados Unidos y Canadá es inminente. El ministro de Economía mexicano, Ildefonso Guajardo, ha asegurado este lunes que hay un 80% de probabilidades de lograrlo antes de la primera semana de mayo. «Va a depender mucho de la flexibilidad», afirmó el negociador mexicano. En las últimas semanas parece haberse allanado el camino para el pacto, aunque la polémica migratoria no ayuda.
«Deberíamos saber si este esfuerzo somos capaces de cerrarlo a más tardar la primera semana de mayo», recalcó Guajardo, en una entrevista. Pese a estar convencido de que la firma está más cerca que lejos, el negociador admitió que la volatilidad del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, desempeña un papel importante: «En este ambiente que estamos viviendo todos los días, no puedes asegurar absolutamente nada», explicó sobre las posibilidades de que, finalmente, la firma del preacuerdo se caiga. «Hay un factor impredecible, que ahora inicia a las seis de la mañana a partir de un pensamiento inspirado por los medios, que luego se tiene que ir implementado por los que hacen política pública. Esa manera de hacer política pública es rara y puede tener consecuencias», ilustró.
Con información de El País