En una sorprendente revelación, la megafábrica de Tesla, que originalmente estaba planeada para ser construida en Nuevo León durante el gobierno de Samuel García, se trasladará a Austin, Texas, según lo expuesto en la nueva biografía de Elon Musk, el magnate detrás de la compañía automotriz.
El libro escrito por Walter Isaacson arroja luz sobre la decisión de Musk de cambiar el destino de esta gigantesca instalación. Inicialmente, Musk había optado por que la nueva fábrica se ubicara en el estado fronterizo de México, a unas cuatrocientas millas al sur de Austin, Texas. Esta fábrica estaba diseñada desde cero para producir vehículos eléctricos de Tesla.
Sin embargo, surgió un dilema en la mente de Musk. Siempre había sostenido la creencia de que los ingenieros de diseño de Tesla debían estar en estrecha proximidad a la línea de ensamblaje, en lugar de permitir que la fabricación se llevara a cabo en una ubicación remota. Esta cercanía permitiría a los ingenieros obtener información instantánea sobre cómo diseñar innovaciones que mejoraran tanto el automóvil como el proceso de fabricación.
Según el libro, Musk se dio cuenta de que tendría dificultades para persuadir a sus mejores ingenieros de que se mudaran a la nueva fábrica en México. Expresó sus preocupaciones a su biógrafo, afirmando que «los ingenieros de Tesla tendrán que estar en la línea de ensamblaje para que sea exitosa, y lograr que todos se muden a México jamás va a pasar«.
Este sorprendente cambio de planes tiene implicaciones significativas para la industria automotriz y el panorama económico de Texas. La decisión de trasladar la megafábrica de Tesla a Austin, Texas, sin duda plantea importantes preguntas sobre el futuro de la producción de vehículos eléctricos y el impacto económico que esta decisión tendrá en la región.