China hizo efectiva su promesa de responder los ataques de Trump a su sector exportador con la misma moneda. Pekín anunció la imposición inmediata de aranceles a 128 productos estadounidenses, en su mayoría agrícolas, en un intento de advertir al presidente estadounidense de lo que está por venir si su administración sigue decidida a comenzar una temida guerra comercial entre las dos mayores economías del planeta.
Los aranceles entran en vigor este lunes y afectan, a importaciones procedentes de Estados Unidos valoradas en 3.000 millones de dólares, un volumen equivalente al daño que sufrirá el sector acerero y del aluminio del gigante asiático por las tarifas impuestas por Trump.
En un comunicado en su página web, Pekín acusó a Estados Unidos de “violar gravemente los principios de no-discriminación, piedra angular del sistema multilateral de comercio” por el hecho de que los aranceles al acero y al aluminio afectan solamente a ciertos países.
China insistió este lunes en que las diferencias comerciales entre ambos países deberían resolverse “mediante la negociación y el diálogo”. Pero por ahora apenas hay señales de que Washington y Pekín estén inmersos en negociaciones que eviten una nueva y mucho más amplia ronda de aranceles. La semana pasada, la nueva cabeza pensante del renovado ejecutivo de Xi Jinping, Liu He, advirtió al secretario del Tesoro de EE.UU., Steven Mnuchin, que su país estaba dispuesto a defenderse de las tarifas estadounidenses y pidió que ambos lados “sigan siendo racionales”.
Con información de El País