El gobierno federal, con mayoría de Morena en la Cámara de Diputados, aprobó un nuevo endeudamiento histórico de 1.8 billones de pesos para 2026. De ese monto, 1.6 billones se destinarán únicamente al pago de deuda previa, mientras que el resto se usará para cubrir el gasto corriente del próximo año.
La cifra es alarmante: en solo siete años de gobierno, Morena ha duplicado la deuda nacional, llevando al país a niveles no vistos desde la crisis financiera de los años noventa.
La deuda más alta en décadas
Según datos de la Secretaría de Hacienda, la deuda pública pasó de 10.5 billones en 2018 a más de 21 billones en 2025, lo que equivale a casi un 50% del PIB nacional. Esto significa que cada mexicano debe hoy, en promedio, más de 160 mil pesos, aunque la mayoría no lo sepa.
Expertos financieros advierten que el problema no radica solo en la magnitud del endeudamiento, sino en su destino. El 90% del nuevo crédito se usará para pagar deuda vieja, no para infraestructura o proyectos productivos. En otras palabras, México está pidiendo dinero para seguir pagando intereses.
Más deuda, menos inversión
Durante este sexenio, la inversión pública se ha mantenido en mínimos históricos. Proyectos como el Tren Maya y Dos Bocas concentraron el presupuesto, dejando sectores clave como salud, educación y seguridad con recortes constantes.
Mientras tanto, los ingresos tributarios no han aumentado al ritmo esperado, y los subejercicios en gasto público superan los 200 mil millones de pesos solo en 2024. En este contexto, la deuda se convierte en un parche financiero temporal, pero no en una solución estructural.
El espejismo de la “austeridad”
El discurso de austeridad que ha caracterizado a Morena se desvanece ante los números reales. La administración actual ha contratado más deuda que cualquiera de las tres gestiones anteriores, sumando al país una carga que compromete los recursos de futuras generaciones.
Mientras se presume “estabilidad”, los datos oficiales muestran una economía estancada, menor crecimiento y un gasto público cada vez más sostenido por créditos internacionales.
El costo para el futuro
Especialistas del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP) advierten que si la tendencia continúa, México podría superar los 25 billones de pesos en deuda para 2027, lo que afectará la calificación crediticia del país y elevará los costos de financiamiento para el gobierno y los ciudadanos.
Lo que Morena llama “finanzas sanas”, en realidad es una hipoteca nacional que pagarán las próximas generaciones.