La investigación de Claudio Ochoa Huerta
El periodista Claudio Ochoa Huerta reveló en su columna Miocardio (publicada en El Universal) las graves anomalías que rodean los amparos concedidos a los hijos del expresidente Andrés Manuel López Obrador, Andy y Bobby López Beltrán.
De acuerdo con Ochoa, la madrugada del 17 de septiembre comenzaron a circular reportes sobre una suspensión de amparo extraña, concedida por la jueza del Segundo Distrito de Zacatecas, que blindaba a los López Beltrán y a otros 14 presuntos implicados en la red de huachicol y tráfico de armas.
Anomalías que levantan sospechas
Ochoa detalló que el trámite fue, como mínimo, “extraño”:
- Nadie firmó la demanda, ni los quejosos ni el abogado.
- El documento daba como domicilio de notificación una tienda de chocolates en la Ciudad de México, vinculada a la familia.
- Los nombres de Andy y Bobby aparecían junto a figuras señaladas por operar en la red de huachicol fiscal.
El periodista subrayó que el amparo se otorgó sin importar quién lo hubiera promovido formalmente, blindando a todos los mencionados de cualquier detención o incomunicación.
Escalada nacional
La revelación provocó una discusión nacional sobre el alcance de estas suspensiones y sobre quiénes tienen realmente la capacidad de operar amparos de este tipo. Ochoa subraya que el círculo es tan cerrado que solo unos cuantos actores políticos y judiciales podrían tener la capacidad de gestionarlos.
Mientras tanto, el llamado “amparo buscador” sigue generando efectos: la FGR y ministerios públicos de todo el país tienen la instrucción de informar si existen investigaciones contra los involucrados.
La investigación de Claudio Ochoa Huerta expone un modus operandi que raya en lo absurdo y lo cínico: amparos sin firmas, domicilios ficticios y suspensiones que benefician a los hijos del expresidente. La pregunta que queda en el aire es si la justicia mexicana está siendo usada como blindaje político y familiar frente a los escándalos de corrupción y crimen organizado.