En México, no se castigan los casos de violencia contra mujeres recién detenidas por parte de elementos de seguridad. Además, se trata de una práctica “rutinaria”, según denunció Amnistía Internacional (AI).
De acuerdo con un informe, se entrevistaron a 100 reclusas en prisiones federales. Todas dijeron haber sufrido acoso sexual o maltrata psicológico durante su detención u horas después.
De este número, 72 mujeres padecieron abusos sexuales, las 33 restantes fueron violadas.
Respecto a dependencias: diez casos –de los cuales, ocho son violaciones- reportan como agresores a elementos de la Marina.
Sin embargo, no se tienen registros de ningún integrante de las Fuerzas Armadas o Ejército suspendido por abuso sexual o violación.
Ante esta situación, Amnistía Internacional califica la situación de “epidemia de tortura” en México.
Quien escribió este documento fue Madeleine Penman. Explicó que desde 1991, solo se tienen 15 casos de denuncia de tortura que han terminado en sentencias condenatorias a nivel federal.
Además denunció que en muchas ocasiones, estas mujeres fueron detenidas arbitrariamente; y que incluso sufrieron abusos o torturas para obligarlas a “confesar” la comisión de los delitos imputados.
Para el informe, Penman recolectó diversos testimonios como el de Yecenia Armenta, quien recientemente fue liberada tras pasar cuatro años en prisión en Sinaloa.
Según relató, tras ser detenida fue golpeada y violada por horas hasta que la hicieron “confesar” el asesinato de su esposo. Hasta ahora, no se ha detenido al verdadero homicida, señaló.
Con información de EFE y El Universal