Según el Primer Informe Contraloría Social, realizado al Programa de Tratamiento de Aguas de la Conagua, revela que un 70 por ciento de los lagos, lagunas, ríos, y otros cuerpos de agua en México tienen algún grado de contaminación.
En el informe se advierte que el programa de Conagua vigiló apenas el 1.7 por ciento, de las 275 mil 300 del total de concesiones registradas, para hacer extracciones de agua del subsuelo en todo el país.
“No se inspeccionaron las descargas de aguas residuales en 5 de cada 6 acuíferos, lo cual hace muy difícil saber a ciencia cierta cuánta del agua residual se vierte sin tratar a los ecosistemas, y dimensionar los riesgos que esto implica para la salud de la población”, advierte.
El informe registra que en la Ciudad de México casi todas las plantas de tratamiento han rebasado los años de vida útil: la más antigua es la del Cerro de la Estrella (1968); después las del Reclusorio Sur, San Luis Tlaxiatemalco PEMEX-Picacho (1989); las de Parres, Abasolo y San Miguel Xicalco (1993); las de San Lorenzo y San Pedro Actopan (1997); y San Nicolás Tetelco y El Llano (2000).
Las comisiones realizaron varias propuestas, para mejorar la situación de las plantas de tratamiento de aguas residuales, así como el control de los acuíferos, entre las que destacan la necesidad de contar con programas de vigilancia a través del Sistema Nacional Anticorrupción, que involucren a las comunidades a niveles locales y nacionales.
También piden “valorar la justificación de la construcción de nueva infraestructura hídrica, considerando además de las disposiciones técnicas y normativas, las propuestas de sustentabilidad y la aprobación de la comunidad”.
Con información de Animal Político