La ruptura de un matrimonio o relación deja sentimientos de miedo, coraje y mucho dolor, pero también de alivio, liberación y tranquilidad. Los más afectados definitivamente son los hijos pues no hay niño que no ame a sus padres y que quiera verlos juntos por siempre, desgraciadamente muchas veces esto no es posible y se tiene que enfrentar un divorcio o separación por el bien de todos.
Es importante enseñar a los hijos que el vínculo emocional y afectivo no se disolverá NUNCA. Este tipo de eventos en la vida tienen consecuencias muy parecidas que cuando muere un ser querido, es decir tienes que transitar por un duelo puesto que también se experimenta una perdida.
Todas las familias que enfrentan este duro proceso actúan de manera diferente, pero en ocasiones vemos que los hijos se revelan ante alguno de los padres ya sea el Padre o la Madre, esto es porque no logra entender las razones de la separación y su relación con los padres se torna muy desgastaste, ofensiva y en muchas ocasiones retadora. Es como si quisiera encontrar de alguna forma un culpable que le haga pagar todo el dolor que está viviendo.
En estos casos es muy importante estar atento de sus conductas y decisiones pues por lo general en un momento de crisis emocional como el que se está viviendo y con frecuencia se toman decisiones equivocadas que él bien sabe que le hacen daño, pero que también dañara a sus padres.
Tener una comunicación mucho más abierta y constante de la que se tenía antes de la separación es esencial por parte de los padres, pero si de alguna forma sientes que se estás perdiendo el control lo mejor es consultar a un especialista para que los ayude a actuar de forma oportuna antes de que la situación se salga de control.
Un error que generalmente cometen los padres es compensar el dolor que se está viviendo con cosas materiales de alto valor económico, como viajes, regalos costos etc, esto solo dará como resultado que ellos se sientan solos, con miedo pero con el «Poder» de manejar a los padres a su antojo para que le consientan todo lo que el desee y si no lo hacen es el momento perfecto para repartir las culpas.
No permitas ni te enganches en la búsqueda de culpables, no te sientas culpable del dolor que están sintiendo tus hijos por la separación o divorcio, es difícil tomar este tipo de decisiones que son dolorosas, pero para ti también lo son así que lo mejor es que todos vivan el duelo. Cada miembro de la familia debe aprender y aceptar la separación de manera congruente y responsable es importante que de ninguna forma se quiera sacar ventaja de la vulnerabilidad de algún miembro de la familia por el bien de todos.
Tratar de llevar una relación de respeto y cordialidad con la ex pareja permitirá que los hijos se sientan menos agredidos, en este sentido también saldrán menos afectados y más fortalecidos.
Debes tener la inteligencia de trasformar el dolor de la separación, en una oportunidad de tener una familia mejor integrada aunque haya distancia de por medio entre los padres, pero que los sostenga el amor y el respeto por los hijos.