Hace un par de días se hizo público, en redes sociales, el cartel oficial del festival de música Coachella 2018, en el que lo que más destacó (al menos para nosotros los mexicanos) es la participación de Los Ángeles Azules.
Aún recuerdo aquellos días en los que este cartel de verdad aportaba uno de los lineups más destacados del mundo del entretenimiento alternativo… pero las cosas han cambiado.
El cartel del mismo festival, el año pasado, arrancaba los alaridos del mundo al anunciar que la alineación original de Guns N Roses encabezaría su cartel; hoy en día, de los headliners poco se habla.
Los festivales musicales al rededor del mundo -y Coachella no es la excepción-, centran su atención más en ser incluyentes y lograr cautivar a nuevos asistentes, que en mantener el nivel que los llevó a consolidarse.
En México este tipo de casos realmente no sorprenden, pues una fiesta no es tal si no se escucha a Los Tigres del Norte después de Café Tacvba, y otros casos similares.
La diferencia radica en que Coachella sí podría estar sentando un precedente para los demás festivales internacionales, que igual que otros productos de entretenimiento hoy en día, buscarán cumplir una cuota no sólo para abrir su oferta, sino para quedar bien con la mayor cantidad de personas.
El público habló y su voto se respetó. Gracias por participar en la encuesta #SALVAMERADIO
El ganador, con un INDISCUTIBLE 41% de sus casi 1,500 votos fue… pic.twitter.com/1l5PeZQtwi— WARpig (@elwarpig) January 4, 2018
¿Cuál será la próxima participación que dé de qué hablar? No cabe duda que en la música de hoy en día, las distancias se cierran cada vez más y por eso debemos estar agradecidos.
Pero, ¿es ésta una decisión que busca lograr que todo el mundo se sienta «identificado» o «representado», o verdaderamente se está reconociendo la trayectoria de una agrupación que ha hecho historia en su género?
Personalmente, me tengo que inclinar hacia lo primero. No es ningún secreto que en muchos casos, las mismas bandas tienen que cubrir cuotas para que los organizadores les «den chance» de participar en sus festivales -y en este caso, de internacionalizarse-.
Y no digo que los mismísimos Ángeles Azules hayan tenido que pagar por tocar en Coachella, pero sí que los festivales son una mafia gigantesca que posiciona y arma carteles según distintos intereses. ¿Cuál será el que está involucrado aquí?
Sea cual sea la respuesta que venga a tu mente, no queda duda que vale la pena iniciar la discusión. Además de que Los Ángeles Azules serán todo un éxito en Coachella y que seguramente abrirán camino a más actos latinos en este tipo de espacios.