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Pregunta seria: ¿Quienes son esas personas que sienten una añoranza inconmesurable por las series de TV de antaño, al punto de desear verlas de nuevo como versiones fílmicas y actualizadas para la sociedad actual? No bromeo, tengo una curiosidad que raya en la obsesión por convivir unos momentos con estos individuos, conocer sus vidas y aspiraciones… y concluir preguntándoles qué o quién les hizo tanto daño.

El motivo de curiosidad llega después de ver ‘CHIPS: Patrulla Motorizada Recargada’ (‘CHIPS’, d. Dax Shepard), una comedia que pretendía modernizar a la aneja serie de TV sometiéndola a un tratamiento constante de chistes burdos, humor básico, observaciones sexistas y situaciones absurdas. Ojo, a mi parecer ninguno de estos ángulos está de más a la hora de explorar vertientes en el humor: hay cosas que a mi en lo personal pueden parecerme carentes de gracia, pero de ninguna forma puedo pretender que mi gusto debe representar a la mayoría. El problema es que la uniformidad temática de esta película es justo lo que termina por enterrarla.

Jon Baker (Dax Shepard, quien además dirige y es responsable del guión) es un veterano motociclista que solía competir en los X Games arriesgando la vida con toda clase de acrobacias. El paso de los años (y los múltiples accidentes) han aniquilado su autoestima, al punto de que su esposa Karen (Kristen Bell, pareja de Shepard en la vida real) decide abandonarle. El atribulado Biker descubre un programa de afiliación a la Policía de Caminos de California (CHP, por sus siglas en inglés), donde puede cultivar su pasión por el motociclismo y tal vez recuperar la atención de su vacía y manipuladora mujer.

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En su condición de recluta novato, Jon conoce a Frank ‘Ponch’ Poncherello (Michael Peña) un simpático prospecto que parece más interesado en conquistar chicas que en aprehender infractores. La combinación de temperamentos podría ser volátil, pero Ponch y Jon acaban descubriendo ciertas afinidades que les hacen funcionar con un mínimo de competencia.

¡Sorpresa! (Bueno, no realmente, desde el tráiler nos lo avisan), Poncherello es en realidad un esforzado agente del FBI investigando un posible caso de corrupción policial. La revelación es todo menos memorable, pues para estas alturas la historia ha caído a segundo término y no es más que una acumulación de gags sobre fluidos corporales, erecciones inoportunas, homoeroticismo y destrucción de la propiedad privada.

Lo que realmente llama la atención es que Shepard no haya sabido hacer funcionar justo esa clase de material. En otros proyectos le podemos recordar como un comediante efectivo y simpático pese a que trabaja a un nivel muy extremista. Y sin embargo sus intervenciones carecen de esa chispa necesaria para que una película de este tipo sobresalga, como lo lograron productos afines del estilo de ’21 Jump Street’, por ejemplo.

Peña tampoco sale bien librado. El actor se ha caracterizado por sus personajes hispanos llenos de humanidad, ingenio y hasta cierta inocencia, pero el material no le juega a favor en esta producción, y su amplio rango de humor termina por sentirse francamente limitado. Esto es particularmente frustrante en algunos momentos durante la fase inicial de entrenamiento, donde parece que la dirección finalmente está por encontrar el ritmo correcto para hacernos reír mientras avanza la historia. Por desgracia estos pasajes transcurren sin entregarnos lo que prometían, y nos quedamos pensando en el potencial desperdiciado.

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La serie original, protagonizada por Erik Estrada y Larry Wilcox, poseía una inocencia propia de la época que, pese a todo, lograba entretenernos durante una hora a la semana. Es triste que la misión de Shepard haya fracasado en el intento, pues la producción cuenta con algunos talentos innegables (Vincent D’Onofrio, Adam Brody) que se encuentran más que desperdiciados.

¿Es ‘CHIPS: Patrulla Motorizada Recargada’  la peor película del año? Podría parecernos exagerado el decir que sí, pero considerando el potencial de su elenco, lo autoparodiable que resulta el estado de California, y el precedente de otras producciones que sí lograron revivir una nostalgia de manera eficaz, debemos al menos ubicarla en la terna. Una pena, pero hay tiempos pasados que viven mejor en los recuerdos. Aunque reitero: quiero descubrir a los responsables de dichos recuerdos siquiera para sugerirles que renueven sus afectos de una forma menos lastimera.

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