La temporada de ciclones tropicales en el Pacífico nororiental tuvo un inicio bastante activo con la formación de dos ciclones con nombre: “Agatha” y “Blas”. Modelos meteorológicos han pronosticado al menos posible formación de dos ciclones más durante las próximas semanas; al ser modelos la incertidumbre es muy grande y no se puede asegurar las trayectorias que podrían tener.
“Blas”, es el primer huracán de la temporada 2016 en el Pacífico y es también el primer huracán mayor al haber alcanzado la categoría 3 y durante la noche del martes alcanzó categoría 4.
Recordando, los ciclones tropicales se clasifican en tres etapas de acuerdo con la velocidad de sus vientos sostenidos:
- Depresión tropical: cuando sus vientos son menores a 63 km/h.
- Tormenta tropical: que comprende vientos entre 63 km/h y 118 km/h.
- Huracán al presentar vientos con una velocidad mayor a los 118 km/h. En esta etapa se generan los efectos destructivos, al provocar vientos fuertes, lluvias torrenciales, marea de tormenta y oleaje altos. Y se clasifican conforme la velocidad de sus vientos mediante la escala Saffir – Simpson:
- Categoría 1 – 119-153 km/h
- Categoría 2 – 154-177 km/h
- Categoría 3 (huracán Mayor) – 178-208 km/h
- Categoría 4 (huracán Mayor) – 209-251 km/h
- Categoría 5 (huracán Mayor) – 252 km/h o superiores
Por ahora, la temporada en el Pacífico nororiental tiene actividad importante con una secuencia de desarrollos que continuará durante las próximas semanas; por el contrario, el Atlántico no muestra desarrollos para los siguientes días porque hay sistemas que afectan su formación como los fuertes vientos alisios (de este a oeste) y el polvo del Sahara.
Cada año, intensos vientos saharianos envían grandes nubes de polvo en un viaje transatlántico a la cuenca del Atlántico inhibiendo el surgimiento y desarrollo de ciclones tropicales debilitando aquellos ya formados al aportarles aire seco, además, incrementan la cizalladura vertical del viento en la altura (como soplar la espuma que gira en una taza) impidiendo que el sistema pueda concentrar la energía para su formación.
Otro de los efectos del polvo del Sahara es que aportan nutrientes a las selvas tropicales, como el Amazonas, ya que este se origina en un antiguo lecho del lago Chad, el cual es rico en fósforo gracias a los restos de organismos muertos de hace mucho tiempo del Sahara.
También, durante el tiempo que duren estas condiciones de polvo en la atmósfera, se estarán observando atardeceres en tonos rojos en gran parte de la zona del Caribe mexicano.
Al otro lado del mundo, en el Pacífico noroccidental, el supertifón “Nepartak” representa una grave amenaza para Taiwán al ser de categoría 5 con vientos sostenidos de 257 km/h y rachas de 314 km/h. Se dirige hacia el extremo nororiental de esta isla asiática donde millones de personas han sido alertadas en la capital, Taipéi, por su posible impacto directo durante las primeras horas de este jueves.
Regresando a México, es posible que durante estas semanas estemos viendo la formación de más ciclones tropicales en el Pacífico; por ahora los modelos están indicando que su desarrollo sería lejos de las costas de México con desplazamiento hacia el Pacífico central y cuyos nombres, en caso de ser tormentas, serían “Celia”, “Darby” y “Estelle”. Los mejores pronósticos serán los de corto plazo así que debemos estar pendientes.
P.D.- No hay que perder de vista la actividad del Popocatépetl. En 20 días lleva acumulados al menos 20 sismos volcanotectónicos (fractura de las rocas al interior por presión de fluidos magmáticos); es muy probable que sigan las explosiones y la posible formación de nuevos domos de lava. El principal peligro es la ceniza, que durante esta época, estaría desplazándose hacia el Estado de México y si los vientos incrementan su fuerza podrían hacer que lleguen hacia la capital del país. ¡Pendientes!
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