Marilyn Karina Cote Mendieta, quien hasta hace poco se hacía pasar por psiquiatra y neurocientífica, ha sido descubierta en una red de engaños que revela serios problemas en la supervisión profesional de México. Autoproclamada como experta en neuropsiquiatría y perfilación criminal, Cote ha engañado a pacientes y colegas durante años, recetando medicamentos controlados sin contar con la certificación necesaria.
Construyendo una falsa autoridad
Desde hace años, Cote se presentó en redes sociales y en entrevistas como una figura destacada en el ámbito de la neurociencia. Alegó ser parte de la Unidad de Análisis de Conducta del FBI y de instituciones de renombre como Harvard y la Universidad de Oslo. Sin embargo, una investigación realizada en redes sociales expuso la realidad: sus supuestos logros y títulos son falsos.
En dicha investigación, destaca que Cote sí posee cédulas profesionales como abogada y psicóloga, pero ninguna la habilita para recetar medicamentos psiquiátricos, acción que repetidamente realizó desde su consultorio en Puebla. En sus recetas se mostraban logotipos falsificados de instituciones médicas de prestigio, así como cédulas profesionales inventadas.
Esta información se dio a conocer, gracias a la cuenta de redes sociales “Charlatanes Médicos”, dedicada a denunciar falsos profesionales de la salud, la cual fue fundamental en la exposición de Cote. A través de un hilo viral, se mostraron pruebas de sus falsificaciones, desde diplomas inventados hasta reseñas pagadas en medios de comunicación. Esto desató una ola de quejas y testimonios de pacientes afectados, quienes denunciaron diagnósticos erróneos y tratamientos inadecuados.
Buen día, sobrinos. Hoy les traigo un caso bieeeen jugoso de otra #charlatana
Para variar, en #Puebla…
Se llama Marilyn Cote. Dice ser psiquiatra, pero, como adivinaron no tiene estudios ni de medicina.
Van imágenes pic.twitter.com/Tvw8qH90xM
— Charlatanes Médicos (@CharlatanesMed) November 5, 2024
Repercusiones y el cierre de su consultorio
Ante la magnitud del escándalo, la Secretaría de Salud de Puebla clausuró el consultorio de Cote, destacando que no contaba con la documentación requerida para operar. Además, instituciones como Fifty Doctors y Torres Médicas emitieron comunicados desvinculándose de ella, rechazando cualquier relación con sus servicios o con los logotipos que usaba ilegalmente.
Una problemática más amplia
El caso de Marilyn Cote evidencia la necesidad urgente de revisar el sistema de validación profesional en México. Tal como subraya el analista en política de salud Xavier Tello, la falta de supervisión adecuada permite que falsos profesionales ejerzan sin restricciones. La posibilidad de que Cote abra otro consultorio si no enfrenta consecuencias legales deja al descubierto una laguna que pone en riesgo a los pacientes y al sistema de salud en general.
En conclusión, el caso de Marilyn Cote no es solo el desenmascaramiento de una impostora, sino un llamado a mejorar la regulación en el ámbito médico y proteger a los pacientes de fraudes que afectan su salud y su bienestar.