Ayer Salvador Cienfuegos habló sobre el desgaste del Ejército a diez años de la guerra contra el narcotráfico dentro del propio territorio: “Esto no se resuelve a balazos”.
La guerra ha cobrado más 100.000 muertos, cerca de 30.000 desaparecidos y 35.000 desplazados. Frente a ello, Cienfuegos dijo estar en favor de que el Ejército deje las calles y vuelva a los cuarteles.
“Soy el primero en alzar la mano para regresar a nuestras tareas constitucionales”. El ministerio que encabeza fue creado para la seguridad exterior, la seguridad interior está a cargo de la Secretaría de Gobernación.
El General dijo que 2016 no fue bueno en materia de seguridad por repunte de varios delitos. “Al ciudadano no le importa si aseguran muchas toneladas de droga o se detiene a determinados personajes, lo que le preocupa es que no le roben, que no lo extorsionen y no lo secuestren”.
Los operativos han sido señalados por el alto índice de letalidad que producen por el uso excesivo de la fuerza y por reiteradas violaciones de derechos humanos. “¿Qué queremos? Que las fuerzas armadas tengan un marco [legal] que los respalde cuando tengan que actuar, que no seamos señalados por cuestiones que son propias de las operaciones que realizamos… nos encantaría que la policía hiciera su tarea para lo que está”, sostuvo.
El general también reclamó a políticos encargados de las estrategias de seguridad por el debate de la Ley de Seguridad Interior. El texto modifica el artículo 89 constitucional, que regula las tareas de las fuerzas armadas. Una de ellas es que el ejército se haga cargo de funciones de seguridad pública de corporaciones policíacas corruptas o incapaces de enfrentar a la delincuencia organizada. El Ejército y la Marina se niegan rotudamente para llevar a cabo esas tareas porque consideran que no están preparados para ello. Defensores de derechos humanos han criticado la ley porque consideran que podría permitir declarar el estado de excepción en algunos sitios del país.
Cienfuegos aseguró que el vacío legal ha hecho que en ocasiones los militares prefieran no actuar para evitar ser sancionados por tribunales militares o procesados por la vía civil. “El día que resbalemos nos pasará como al equilibrista. Vamos a caer y no hay red”.
Criticó al poder judicial porque considera que ha creado una “puerta giratoria” que permite a los delincuentes salir de prisión por fallas al debido proceso o porque “argumentan violaciones a sus derechos humanos”. “El nuevo sistema penal acusatorio no está funcionando como debiera ser para que tengamos en la cárcel a quien está haciendo daño a la sociedad”.
Con información de El País