La Dra. Indira Sánchez Bernal, académica del Tecnológico de Monterrey, señaló que el reciente enfrentamiento entre Israel, Irán y Estados Unidos fue más una exhibición armamentística que un conflicto con objetivos estratégicos claros. Subrayó la desigualdad de poder entre las naciones y el aislamiento prolongado de Irán.
El reciente conflicto entre Israel, Irán y Estados Unidos, que tuvo lugar entre el 12 y el 24 de abril, fue calificado como una “demostración de poder fálico” por la Dra. Indira Sánchez Bernal, directora asociada del Departamento de Ciencia Política y Relaciones Internacionales del Tecnológico de Monterrey.
En entrevista con Aristegui En Vivo, la académica explicó que lo sucedido fue una exhibición de fuerza militar sin precedentes recientes, con lanzamientos de misiles y declaraciones beligerantes que buscaban marcar territorio en el complejo ajedrez geopolítico del Medio Oriente.
“Era una demostración armamentística de ver cuántos misiles podría lanzar Israel, cuántos misiles podía lanzar Irán y, por supuesto, la determinación estadounidense para posicionarse nuevamente en el escenario internacional”, detalló.
Sánchez Bernal también apuntó que este tipo de estrategias ya ha sido utilizada por Estados Unidos en otras regiones del mundo, como Irak y Afganistán: primero se abre una vía diplomática y simultáneamente se ejecutan acciones militares para presionar.
Respecto al papel de Estados Unidos, la doctora señaló que, a pesar de sus problemas internos, la potencia norteamericana mostró un despliegue militar que “incluso no lo tiene Rusia”, reafirmando su liderazgo global.
En contraste, indicó que Irán no cuenta con la capacidad militar suficiente para equipararse con Israel o Estados Unidos. “Aunque tiene capacidad balística, no es un poderío comparable”, afirmó. Además, recordó que el país árabe ha estado aislado desde hace años, especialmente desde su inclusión en el “eje del mal” en 2001.
Sobre las posturas de Rusia y China, Sánchez Bernal consideró que ambos países jugarán un papel cauteloso. “No van a entrar a una guerra con Estados Unidos por Irán. Tienen inversiones tanto en Israel como negociaciones abiertas con EE.UU.”, explicó.
Finalmente, subrayó que más allá de la confrontación directa, existe un objetivo más profundo: debilitar al régimen iraní y su Guardia Revolucionaria. “Una de las intenciones era debilitar el régimen político del ayatola Alí Jamenei”, concluyó.