El presidente de Colombia, Gustavo Petro, afirmó que en un mundo progresista se debe reconocer a la ciencia como el faro que nos guíe y aunque reconoció que ésta no es infalible, es el medio por el que la humanidad se ha acercado a comprender la realidad.
“No tenemos otro faro que nos guíe en el mundo y en la historia, que no sea la ciencia”, recalcó ante el rector de la UNAM, Leonardo Lomelí Vanegas; y el director del Programa Universitario de Estudios sobre Democracia, Justicia y Sociedad (PUEDJS), John Ackerman Rose.
Al ofrecer la conferencia magistral “Deuda por clima: la propuesta de Colombia, potencia de la vida para salvar el planeta”, el mandatario consideró que el principal problema de la humanidad es la crisis climática, la cual recorre las estructuras y paradigmas del pensamiento y la acción política mundial, pero frente a la cual hay también actitudes reacias, tanto de la izquierda como de la derecha que la niega.
Deuda con la Tierra
Luego de dar la bienvenida al presidente colombiano, el rector de la UNAM, Leonardo Lomelí Vanegas, coincidió en que la emergencia climática es una realidad palpable. “Cada desastre natural, y las condiciones históricas y estructurales de desigualdad que los producen y amplifican, es un eco tanto del ejercicio de poder de ciertos grupos, como de las decisiones políticas que se han tomado y las tareas que hemos omitido”.
Por ello, señaló que no basta con reformar prácticas, debemos reinventar las maneras de vivir. “No es suficiente adaptar nuestras economías, debemos reorientarlas hacia el bienestar común, hacia una prosperidad que no se mida en acumulación y trayectorias lineales o exponenciales, sino en equilibrios”.
Asimismo, resaltó que la propuesta del presidente de Colombia de convertir a esa nación en una potencia mundial de la vida, invita a reconsiderar el concepto de deuda desde una perspectiva radicalmente nueva.
“No se trata solo de finanzas; se trata de la deuda ecológica, social y moral que hemos acumulado con la Tierra y con las futuras generaciones. Es por ello que, la visión del presidente Petro, de una economía que pone la vida en el centro, en lugar del capital, es una plataforma para repensar las prioridades de la humanidad”, sostuvo.
Ciencia Vs. Irracionalismo
Más adelante, Gustavo Petro expuso que desde el siglo XIX el viajero y científico Alexander Von Humboldt ya había expresado la posibilidad que tenía el ser humano de cambiar el clima, a partir del dióxido de carbono. Posteriormente, muchos físicos se acercaron al problema que genera el calentamiento de la atmósfera a partir de diversos gases, pero no se quiso reconocer la gravedad.
Esas voces tampoco fueron escuchadas durante el siglo XX que fue el siglo del petróleo, el automóvil, el nuevo urbanismo y la cultura del capital.
Alertó que al no escuchar la ciencia se cae en el irracionalismo, antesala de la barbarie global. Insistió en que la crisis climática rompe la cadena de la vida, no solo de la humanidad y esto ya ha sucedido cinco veces en el planeta, pero nunca la humanidad lo había experimentado como lo está haciendo ahora.
“Nos parece mentira, no podemos aceptarlo así como así, porque hemos sido criados culturalmente, tanto en las derechas o izquierdas, en algo que se llama la modernidad, en la idea de que el progreso es una línea infinita que crece como una flecha tirada al firmamento, eterna”, manifestó.
El mandatario planteó también que el incremento de la productividad ha llevado a aumentar el uso de la energía a partir del carbón, el petróleo y el gas, a elevar la temperatura del orbe. Por ello, insistió en que la crisis climática no la genera la humanidad sino el capital, que está a punto de extinguir a la humanidad.
De igual forma explicó que en su país se han implementado comunidades energéticas en zonas indígenas que buscan utilizar la energía solar y reducir el uso de la generada por petróleo, gas y carbón, pero reconoció que los capitales no se mueven hacia la descarbonización porque la primera no les da la misma ganancia que las segundas.
Si el capitalismo no da visos de atender la crisis climática, “a nosotros nos corresponde hacer una revolución mundial”, destacó.
Previamente, John Ackerman Rose comentó que México y Colombia son países hermanos, cuyos pueblos caminan por senderos paralelos en su lucha por construir una alternativa digna a la violencia, la corrupción y el saqueo del pasado; por reivindicar la unidad y el liderazgo global de América Latina, y por garantizar el florecimiento de la diversidad y de la vida misma, en un mundo cada vez más polarizado y deshumanizado.
El director del PUEDJS también refirió el trabajo del presidente Gustavo Petro en defensa de los pueblos vulnerables, de la biodiversidad y sustentabilidad del planeta, y que su liderazgo emociona a las nuevas generaciones y revive la esperanza de que otro mundo es posible.
Momentos antes de la conferencia, Petro escuchó preguntas de estudiantes de la UNAM y de integrantes de la Red Académica y Científica de Colombia en México.