El plástico en los océanos está acabando con la vida de muchas especies marinas. Para que un popote de este material se degrade deben pasar casi cien años. Ante esta problemática, la empresa mexicana Biofase, descubrió en la semilla del aguacate un método para fabricar popotes degradables en 240 días.
Estos productos pueden ser enterrados en la tierra y tener un proceso de descomposición como el de cualquier fruta. El experimento se probó en semillas de frutas como mango y mamey, sin obtener éxito por la falta del componente necesario.
Actualmente, Biofase genera 130 toneladas mensuales de producto biodegradable, de las cuales, 80 son para exportación y un 40 por ciento son popotes. Biofase consume para todos sus productos 15 toneladas diarias de semillas de aguacate.
Su mercado principal es Estados Unidos en el que ha entrado con la marca ‘Avoplant; también exporta a Canadá, Costa Rica, Colombia y Perú.
Con datos de El Financiero