La automotriz Toyota reducirá en un 30 por ciento la inversión y en un 50 por ciento la capacidad planeadas para su nueva planta automotriz en México.
Los recursos obtenidos con esta decisión se destinarán a reforzar su estrategia de crecimiento en Estados Unidos. La decisión llega en un momento crítico de la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte.
El plan original de la firma japonesa era iniciar sus operaciones en su nueva planta de Guanajuato con una producción anual de 200 mil unidades del modelo Corolla y una inversión de 1.000 millones de dólares. Finalmente serán 100 mil vehículos al año y 700 millones de inversión.
Los nuevos planes de la automotriz para esta fábrica pasan, además, por sustituir el ensamblaje del utilitario Corolla por pick ups Tacoma. El movimiento sorprende por un motivo: en caso de ruptura del TLC, los modelos de auto que más sufrirían los aranceles serían los pick ups. Sin embargo, las ventas estadounidenses de este tipo de coches, mucho menos eficientes en cuanto a consumo de gasolina, han crecido con fuerza en los últimos meses gracias al abaratamiento de los carburantes.
Con información de El País