Un grupo de científicos del Centro Charles Perkins, de la Universidad de Sidney, Australia, logró determinar los más de mil cambios que se producen a nivel molecular en el músculo al realizar actividad física. A partir de ello, buscarán crear un fármaco que simule esos cambios.
«El ejercicio produce un conjunto extremadamente complejo de respuestas en el músculo humano. Desempeña un papel esencial en el control del metabolismo y la sensibilidad a la insulina, señaló el doctor Nolan Hoffman, co-autor del estudio, «y aunque ya es sabido que el ejercicio provoca una complicada serie de cambios en el músculo, esta es la primera vez que hemos sido capaces de trazar un mapa de lo que sucede exactamente, lo cual es un gran avance, ya que nos permite utilizar esta información para diseñar un fármaco que imite los mismos cambios causados por el ejercicio.»
El diseño y salida a la luz del producto podría tardar diez años y podría ser indicado para pacientes con obesidad, patologías cardiovasculares o diabetes tipo 2. Además, los beneficios podrían ser también psíquicos y sociales.
«El ejercicio no sólo mejora el estado físico de una persona, también aumenta su autoestima y colabora con la red social que genera», insiste el experto. «Un fármaco que pueda estimular los cambios que a nivel molecular genera el ejercicio, es una gran noticia en el plano científico, pero no hay que apresurarse. Aún su futuro es incierto.»
Algunos especialista en nutrición creen que es necesario cambiar los hábitos alimenticios y combatir el sedentarismo. Si bien celebran los avances científicos, aseguran que la magia no existe.
Con información de El Universal