La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha expresado una «gran preocupación» por la creciente propagación de la cepa H5N1 de la gripe aviar a otras especies, incluyendo los seres humanos. Según Jeremy Farrar, director científico de la OMS, esta situación es motivo de alarma debido a la extraordinariamente alta tasa de mortalidad que presenta el virus en personas infectadas por contacto con animales.
Hasta el 1 de abril de 2024, la OMS ha reportado 889 casos de gripe aviar en humanos en 23 países, con un total de 463 muertes, lo que representa una tasa de mortalidad del 52%. Aunque no se han registrado casos de transmisión del H5N1 entre humanos hasta el momento, la preocupación radica en la posibilidad de que el virus se adapte para propagarse de persona a persona.
La cepa H5N1 se ha convertido en lo que Farrar describe como «una pandemia zoonótica animal global», infectando cada vez a más especies de animales, incluidos patos, pollos y mamíferos. Esto plantea el riesgo de que el virus evolucione y adquiera la capacidad de transmitirse de humano a humano.
Un caso reciente que generó alarma fue la detección de un caso de gripe aviar en una persona que se contagió de una vaca lechera en Texas, Estados Unidos, a principios de abril. Farrar advierte que cuando el virus afecta a la población de mamíferos, aumenta la probabilidad de que se transmita a los humanos.
Ante esta situación, la OMS insta a reforzar la vigilancia y el registro de casos, subrayando la importancia de monitorear de cerca las infecciones en humanos, ya que este es el escenario donde el virus podría adaptarse y representar una amenaza mayor para la salud pública.