La lectura es uno de los mejores ejercicios posibles para mantener en forma el cerebro y las capacidades mentales. Leer inunda de actividad el conjunto del cerebro y refuerza también las habilidades sociales y la empatía, además de reducir el nivel de estrés del lector, confirma un estudio realizado en la Universidad de Toronto.
El riguroso estudio en psicología cognitiva titulado «Fiction: Simulación of Social Worlds (Ficción: Simulación de mundos sociales)» del novelista y psicólogo Keith Oatley destaca que la actividad de leer requiere poner en juego un importante número de procesos mentales, entre los que destacan la percepción, la memoria y el razonamiento.
Decodificar letras, palabras y frases requiere activar amplias áreas de la corteza cerebral. Los recuerdos que evoca la interpretación de lo leído activan poderosamente el hipocampo y el lóbulo temporal medial. Y las narraciones y los contenidos sentimentales del escrito, sean o no de ficción, activan la amígdala y demás áreas emocionales del cerebro. A su vez, el razonamiento sobre el contenido y la semántica de lo leído activan la corteza prefrontal y la memoria de trabajo, que es la que utilizamos para resolver problemas, planificar el futuro y tomar decisiones. Ello comprueba que la activación regular de esa parte del cerebro fomenta no sólo la capacidad de razonar, sino también, la inteligencia de las personas.
El estudio sostiene además, que leer literatura de ficción genera mayor comprensión y empatía con el entorno social y fomenta la creatividad, ya que ayuda a disminuir prejuicios de los lectores.
Por lo tanto, leer regularmente proporciona salud mental y un beneficio colectivo, por lo tanto es importante fomentar la lectura desde los primeros años de edad y mantenerse activo en todas las etapas de la vida.
Con información de El País