Manifestantes organizaron una masiva protesta en contra de la construcción de un oleoducto en Dakota del Norte, que atraviesa la reserva de agua india Standing Rock.
La movilización pacífica se tornó violenta, cuando la policía lanzó gas lacrimógeno, balas de goma y cañones de agua helada contra los manifestantes, con un saldo de 167 heridos, entre ellos tres ancianos de la comunidad siux.
Según la oficina del alguacil, algunos manifestantes aventaron piedras y pedazos de madera a la policía.
Dallas Goldtooth, activista de Indigenous Enviromental Netwok, dijo que la policía roció a los manifestantes con agua helada y gas lacrimógeno. Quien explicó que el fuego reportado por la policía era para ayudar a calentar a las personas mojadas, pues la temperatura era de -3 grados.
El oleoducto amenaza las fuentes de agua potable y varios sitios en donde están enterrados sus ancestros de la comunidad siux.
El plan del oleoducto de la compañía Energy Transfer Partners despertó en estos meses un movimiento de protesta creciente de las tribus indígenas en Estados Unidos, de los ambientalistas y de los defensores de los derechos de los amerindios.
Con información de La Jornada