“Una de cada tres de las personas que están aquí será diagnosticada de cáncer y una de cada cuatro morirá por algún tipo de ese mal. Hasta ahora es una guerra que la humanidad ha perdido”, después de escuchar esta frase, sería difícil pensar que Jorge Soto, cofundador de Miroculus, está trabajando en una solución con la que es muy posible ganarle la guerra al cáncer; ese es el enfoque de su empresa, desarrollar más que tratamientos, sistemas de detección temprana para los tipos de cáncer más difíciles de encontrar, el de estómago y de pulmón, “nos estamos enfocando en los más difíciles de detectar y tienen tasas de mortalidad de 100 y 85% cuando logran detectarse”, y agregó que ya han visto casos de remisión en pacientes con cáncer en etapa 4.
En su participación en la Ciudad de las Ideas, Soto, explicó las tres áreas en que Miroculus está estructurada:
- Biología molecular, desarrolladora de los componentes químicos que al combinarse con el plasma de los pacientes, permiten detectar cáncer y otras enfermedades.
- Hardware, que creó los instrumentos utilizados para hacer los análisis.
- Algoritmos, que analizar e interpreta los resultados.
De esta forma, los 13 empleados de Miroculus, cuya base está en San Francisco, California, busca lograr para 2017 que su sistema de detección que hoy es tan grande como un refrigerador y cuesta alrededor de 35 mil dólares, más componentes químicos, se reduzca.
al tamaño de una tablet y no cueste más de 100 dólares, y para trabajar con esta agenda, el lugar ideal es San Francisco porque “es que es ahí donde están los inversionistas y es ahí también donde están tres de las universidades más importantes del mundo. Hoy, la ciencia en México es bastante buena, pero aún está muy ligada a la academia y no al sector empresarial.”
Con información de Forbes