«Las fosas clandestinas son una práctica con la que el gobierno mexicano se ha propuesto mantener en la impunidad una gran cantidad de crímenes en los que él mismo está involucrado», dijo ayer el obispo de Saltillo, Coahuila, Raúl Vera, al participar en el ‘IX Coloquio Internacional. De las fosas clandestinas a la tumba vacía. Narrativas de dignidad y esperanza en tiempos de horror’, realizado en la Universidad Iberoamericana,
Por su parte, Jan Jarab, representante de la Oficina en México de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, dijo que una de las prioridades son las desapariciones en México, y “la existencia de las fosas clandestinas es una parte importante de este fenómeno dramático”.
Raúl Vera insistió en que “las fosas clandestinas son un reflejo claro de la decisión que ha tomado el gobierno mexicano, desde hace varios años, de no perseguir el crimen. Es más, en estas tácticas violentas de control del territorio, toman parte de manera coordinada el Ejército Mexicano, la Marina, la Policía Federal, las policías estatales”.
Vera explicó que «la estrategia del gobierno es implementar una violencia generalizada, con el propósito de mantener el control de la población y de los territorios; y en ese sentido, la práctica de la violencia y de la impunidad en México son dos situaciones correlativas, porque forman parte de una estrategia política del gobierno.»
El obispo recomendó que lo primero que deben hacer los ciudadanos “es crear una solidaridad entorno a la multitud de víctimas que crea esta violencia generalizada, articulada como ya dije, de manera sistemática y coordinada, desde sus distintos niveles, por el Estado mexicano”.
Concluyó diciendo que la ciudadanía tiene que sumarse a las exigencias de los familiares de los desaparecidos, “para que exista una Ley General de Desaparición Forzada, que no sacan, porque les interesa mantener en la impunidad eso”.
Con información de Aristegui Noticias