Al menos, 26 mil niños migrantes han sido detenidos por autoridades de Estados Unidos, en los primeros seis meses del año.
El Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) presentó el informe “Sueños rotos: el peligroso viaje de los menores centroamericanos a Estados Unidos”, en el que denuncia la situación de los pequeños que cruzan el río Bravo en búsqueda de oportunidades.
Son niños que principalmente provienen de El Salvador, Guatemala y Honduras.
De acuerdo con los datos de 2014, 44 mil 500 menores centroamericanos fueron aprendidos. El año siguiente la cifra disminuyó a 18 mil 500; aunque repuntó en este 2016.
Unicef denunció también que estos niños arriesgan sus vidas ante un posible secuestro, tráfico, violaciones o incluso asesinatos mientras tratan de llegar a la Unión Americana. Además, miles más mueren anualmente en la travesía.
“Es desgarrador pensar en estos niños, la mayoría adolescentes, pero incluso algunos más jóvenes, realizando el agotador y extremadamente peligroso viaje en busca de seguridad y de una vida mejor”, mencionó Justin Forsyth, subdirector ejecutivo de Unicef.
Esta situación empeora con la falta de representación legal de los menores al momento de ser detenidos. Al no venir acompañados de un adulto, los niños pueden pasar meses en los centros de detención de Estados Unidos.
Pero ésta no es la única situación grave por el fenómeno migratorio. Las autoridades estadounidenses tienen los restos de 800 a 850 presuntos migrantes que murieron en su esfuerzo por cruzar la frontera por el desierto de Arizona.
“Nuestro enfoque en la Oficina del Servicio Forense es identificar los restos de personas que encontramos. Aún tenemos entre 800 a 850 que no han sido identificadas”, explicó Gregory Hezz, jefe de la Oficina del Médico Forense del condado de Pima, a través de un video emitido por la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP).
Estos cuerpos son guardados en salas refrigeradas, en anaqueles de acero.
“Es una trampa mortal (el desierto de Arizona). Los migrantes se desorientan muy fácilmente y luego de largos días de caminar sin agua y sin comida, sucumben ante las implacables y extremosas temperaturas. Desafortunadamente, la morgue es el lugar donde sus sueños terminan”, explicó el vocero de la CBP, Jaime Ruiz.
Con información de Notimex