El gobernador de Sinaloa, Rubén Rocha Moya, intentó restar importancia a los violentos acontecimientos que azotaron Culiacán durante el llamado “jueves negro”. A pesar de los bloqueos, enfrentamientos armados, y la quema de vehículos en distintos puntos de la ciudad, Rocha Moya afirmó que el estado «está tranquilo» y que todo fue «un incidente» sin mayores consecuencias.
«Está tranquilo, está tranquilo Sinaloa (…) Fue un incidente, pero no tiene más consecuencias», declaró el gobernador la mañana del 30 de agosto, al arribar a Palacio Nacional para una reunión con el presidente Andrés Manuel López Obrador y otros gobernadores de Morena y partidos aliados, centrada en la situación de salud en el país. Según Rocha Moya, la violencia en la capital sinaloense se desató cuando una patrulla del Ejército se encontró con un vehículo con gente armada. «Eso fue, pero no hay nada», sostuvo.
#ÚLTIMAHORA 🚨I Ni el gobernador @rochamoya_, ni autoridades mexicanas se han pronunciado tras la presunta detención de Iván Archivaldo Guzmán, hijo de Joaquín «El Chapo» Guzmán en Culiacán, Sinaloa.
🔴¿Se habrá ido otra vez de viaje (EN JUEVES) Rubén Rocha Moya?⚠️🔴
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— Josue Aguilar (@josuealeexis) August 30, 2024
Violencia y caos en las calles de Culiacán
Mientras el gobernador intentaba calmar las aguas con sus declaraciones, los hechos de violencia en Culiacán pintaron un panorama distinto. La jornada del 29 de agosto estuvo marcada por enfrentamientos entre civiles armados y elementos del Ejército en diversas comunidades, como Paredones y Jesús María. En redes sociales circularon videos que mostraban bloqueos en vialidades principales y vehículos incendiados en la capital sinaloense. Incluso un helicóptero del Ejército fue captado realizando sobrevuelos en Paredones, mientras las detonaciones de armas de fuego eran constantes.
A pesar de la gravedad de los hechos, el gobernador Rocha Moya mantuvo su postura de minimizar la situación. Cuestionado sobre si se presentará a declarar en los casos relacionados con el asesinato del exrector de la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS), Héctor Melesio Cuén Ojeda, y el capo Ismael “El Mayo” Zambada, el mandatario sinaloense simplemente respondió: «Cuando me llamen, cuando me llamen».
¿Un intento de encubrir la realidad?
Las declaraciones de Rocha Moya han levantado críticas sobre la aparente desconexión entre la realidad que viven los ciudadanos de Sinaloa y el discurso oficial. Para muchos, la postura del gobernador de considerar estos graves hechos como «un incidente» sin mayor relevancia refleja un intento por diluir la preocupación pública y minimizar la crisis de seguridad que afecta a la entidad.
Mientras el gobierno de Sinaloa sigue en su narrativa de tranquilidad, los sinaloenses, que vivieron una vez más el terror de la violencia en sus calles, esperan respuestas claras y acciones contundentes ante una inseguridad que no da tregua.
🚨🔥 «Tras los hechos violentos en Sinaloa, el gobernador Rubén Rocha asegura desde Palacio Nacional que el estado ‘está tranquilo’ y que el incidente ‘no tiene más consecuencias’. 🔔🤔Sin embargo, la realidad de la seguridad sigue siendo motivo de preocupación. #Sinaloa… pic.twitter.com/rnUH1UOHmw
— LuisCardenasMX (@LuisCardenasMx) August 30, 2024