Cuando Gildardo López Astudillo, conocido como «El Cabo Gil», fue detenido hace cuatro años por estar implicado en la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa.
En su celular, las autoridades encontraron fotografías «de tortura con personas que sufrieron graves heridas en la piel o se les amputaron las extremidades, evidencias de ejecutados, hombres y mujeres, el retrato de una mujer acompañada de un par de niños, interrogatorios, armas y reportes de medios de comunicación sobre Guerreros Unidos», reporta Milenio.
Desde su celular, «El Gi» controlaba la actividad criminal de la zona.
En algunas conversaciones encontradas en su móvil y a las que Milenio tuvo acceso, se detalla el intercambio que presuntamente El Cabo Gil habría tenido con un contacto identificado únicamente como Tintán.
En un fragmento de dicha plática realizada a la medianoche del 5 de octubre de 2014, apenas una semana después de la desaparición de los 43, Gilberto López pide el número personal al contacto con el que conversa de manera fraterna.
«Más adelante le envía a Tintán el extracto de una nota periodística en la que se menciona el hallazgo de fosas clandestinas en la comunidad de Pueblo Viejo, a unos 40 kilómetros de Iguala, donde se encontraron restos humanos presuntamente de los normalistas. Después le pregunta su opinión al respecto con un “Como ves este pedo»», cita el diario.
“Nunca los van a encontrar, los hicimos polvo y los tiramos al agua”, es tal vez el mensaje más emblemático escrito por Gildardo López Astudillo, de acuerdo con la inteligencia mexicana. Se lo envió a Sidronio Casarrubias, presuntamente refiriéndose a los normalistas a quienes señalaron hace cinco años de ser integrantes de Los Rojos. Supuestamente, la cúpula de Guerreros Unidos concluyó que ese 27 de septiembre había infiltrados en el contingente levantado en Iguala, los asesinaron a todos sin distinción para proteger la plaza que seis meses antes habían recuperado a balazos.
Recuperó su libertad el 2 de septiembre pasado. Pese a las pruebas en su contra de los crímenes que cometió u ordenó a sus subalternos, este líder de Guerreros Unidos, implicado en la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa, hoy está libre.
Con información de Milenio