En medio del ajetreo de los equipos de construcción que trabajan en las obras de un aeropuerto en México, arqueólogos están desenterrando cada vez más esqueletos de mamut en lo que se ha convertido rápidamente en una de las concentraciones más grandes del mundo del pariente extinto de los elefantes.
Más de 100 esqueletos de mamut han sido identificados repartidos en casi 200 sitios de excavación, junto con una mezcla de otros mamíferos de la Edad de Hielo, en el área destinada a convertirse en el nuevo terminal aéreo de la capital mexicana.
El arqueólogo principal Rubén Manzanilla explicó esta semana que hace unos 24,000 años, manadas de mamuts habrían llegado a residir a este lugar atraídos por extensos pastizales y lagos que había.
«Este lugar era así como paradisiaco», dijo a Reuters, y señaló que cuando los últimos glaciares se derritieron, una amplia gama de mamíferos, incluidas especies antiguas de camellos, caballos y bisontes, vivían a lo largo de lo que habría sido una zona extremadamente fangosa.
«Durante muchos años se repitió la misma historia del animal que se acercaba demasiado, se empantanaba, ya no podía sacar las patas del pantano y le venía una muerte lenta», agregó.
Manzanilla especula que la mayoría de los mamuts murieron de esta manera, aunque hay evidencia de que hace unos 10,000 años los primeros humanos también pudieron haber cazado a las bestias de 20 toneladas con flechas y lanzas de pedernal, o cavado pozos rudimentarios en aguas poco profundas para atraparlos.
Pero el hallazgo de la gran cantidad de huesos, incluidos los colmillos largos y rizados, técnicamente los dos dientes delanteros del animal, ha sorprendido a todos.
«Nosotros teníamos la idea de que íbamos a encontrar restos de mamut, pero no en esta cantidad», afirmó.
Una vez que las excavaciones culminen, Manzanilla dijo que el sitio, ubicado a unos 50 kilómetros al norte del centro de Ciudad de México, podría rivalizar con otros en Estados Unidos y Siberia como el mayor depósito de esqueletos de mamut del planeta.
Señaló que se está planeando montar una exhibición al estilo de un museo para la terminal principal del aeropuerto.
La serie de lagos interconectados que una vez cubrieron el Valle de México fueron drenados deliberadamente por los colonizadores españoles en el siglo XVII en un esfuerzo por controlar las inundaciones anuales.
Hoy en día, el paisaje mayormente seco está dominado por los vecindarios de clase trabajadora y las carreteras que se extienden desde la capital.
Información de Reuters