El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmó este lunes una orden ejecutiva que clasifica a los cárteles mexicanos del narcotráfico como “organizaciones terroristas extranjeras” (FTO, por sus siglas en inglés). Esta medida busca intensificar la lucha contra estas agrupaciones, permitiendo el uso de herramientas legales más agresivas, como el congelamiento de activos y la cooperación internacional para su desmantelamiento.
Cárteles en la mira de Estados Unidos
Entre las organizaciones que podrían ser designadas destacan:
- Cártel de Sinaloa: Reconocido por su alcance global y su control de rutas de tráfico de fentanilo.
- CJNG (Cártel Jalisco Nueva Generación): Conocido por su violencia extrema y operaciones en múltiples continentes.
- Cártel del Golfo y Los Zetas: Grupos con amplia influencia en el noreste de México.
Estas designaciones se basan en criterios que incluyen actividades terroristas, amenaza a la seguridad nacional y capacidad operativa fuera de Estados Unidos.
Implicaciones de la designación
La inclusión de los cárteles en esta lista otorga al gobierno estadounidense la capacidad de perseguir a estas organizaciones con las mismas herramientas utilizadas contra grupos como Al-Qaeda o el Estado Islámico (ISIS). Proporcionar apoyo material a estos cárteles será considerado un delito grave, con penas de hasta cadena perpetua.
Aunque esta medida refuerza la postura de Trump contra el narcotráfico, también plantea tensiones diplomáticas con México, que podría considerar esta designación como una intromisión en su soberanía. La colaboración binacional será clave para evitar una escalada en el conflicto.
Con esta decisión, Trump reafirma su enfoque de mano dura contra el crimen organizado, marcando un giro en la estrategia de seguridad hemisférica y generando expectativas sobre su efectividad en la lucha contra el narcotráfico.