En medio de la campaña electoral para las presidenciales de 2024, el expresidente Donald Trump enfrenta una controversia inesperada que involucra a Puerto Rico. Ángel M. Cintrón, presidente del Partido Republicano en la isla, ha declarado que retirará su apoyo a Trump a menos que se disculpe por los comentarios racistas que el comediante Tony Hinchcliffe hizo durante un mitin en el Madison Square Garden.
Comentarios racistas desatan indignación
Durante el mitin, Hinchcliffe se refirió a Puerto Rico como «una isla flotante de basura», un comentario que provocó la indignación de los puertorriqueños y sus líderes. A pesar de que Puerto Rico es un territorio de EE. UU., sus residentes no tienen derecho a votar por el presidente, aunque muchos puertorriqueños que viven en estados clave, como Pensilvania, sí pueden hacerlo.
Cintrón, quien jugó un papel clave en la entrega de los 23 delegados republicanos de Puerto Rico a Trump durante la Convención Nacional Republicana en Milwaukee, exigió que el propio expresidente se disculpe públicamente. “No basta con que su campaña se disculpe”, afirmó Cintrón en una entrevista reciente. “Trump debe reprobar personalmente los comentarios”.
La respuesta de la campaña de Trump
Hasta el momento, la campaña de Trump no ha emitido un comentario oficial sobre la situación. Danielle Alvarez, asesora sénior de la campaña, indicó que las palabras de Hinchcliffe “no reflejan las opiniones del presidente Trump ni de la campaña”. Sin embargo, líderes puertorriqueños, como el arzobispo de San Juan, Roberto O. González Nieves, consideran insuficiente esta explicación.
En una carta abierta a Trump, el arzobispo González Nieves señaló: “Es importante que usted mismo se disculpe por estos comentarios. No solo provocan risas siniestras, sino odio”. Estas palabras subrayan la creciente presión para que el expresidente se retracte de manera personal, algo que no es común en su estilo político.
Un precedente de pocas disculpas
Donald Trump no es conocido por ofrecer disculpas, incluso cuando se enfrenta a situaciones controvertidas. En 2018, durante su presidencia, cuando un ayudante hizo un comentario insensible sobre el senador John McCain, Trump optó por no disculparse, manteniendo su postura de «nunca te disculpes, nunca te eches atrás», como señaló el estratega republicano Kevin Madden.
Impacto en la campaña
El incidente pone en una posición delicada a la campaña de Trump, especialmente en estados como Pensilvania, donde vive una comunidad considerable de puertorriqueños. Mientras que muchos observan con atención si Trump ofrecerá una disculpa pública, el impacto de esta situación podría influir en la percepción de su campaña entre los votantes latinos y puertorriqueños en particular.
La exigencia de una disculpa por parte de líderes puertorriqueños ha generado un debate que trasciende el ámbito de las bromas ofensivas. Para muchos, este es un tema de respeto y dignidad hacia los ciudadanos de Puerto Rico, y las respuestas que se den en los próximos días podrían marcar un punto de inflexión en la relación de Trump con esta comunidad.
BREAKING: The Bulwark is reporting that according to 4 different Trump campaign sources the Trump campaign approved of these remarks by Tony Hinchcliffe last night.
Originally Tony had planned to call Kamala Harris a “c-nt” but the campaign pushed back on that.
Campaign… pic.twitter.com/zaO9edxan2
— Brian Krassenstein (@krassenstein) October 28, 2024