Cerca de una cuarta parte de la población de Tláhuac, Ciudad de México, continúan afectados por los efectos del sismo del pasado 19 de septiembre. No hay una sola de sus 51 colonias y siete pueblos que no registre viviendas afectadas, drenaje colapsado, carencia de agua por la ruptura de su red hidráulica o vialidades deterioradas.
Cifras oficiales indican que hubo 4 mil 500 viviendas dañadas en diferentes niveles, desde colapsadas hasta con daños estructurales y que deberán derrumbarse.
El 40 por ciento de su red hidráulica y de drenaje secundario fue dañado. Además, la movilidad se complicó en grado mayor, pues cuatro estaciones de la línea 12 del Metro suspendieron su servicio, Nopalera, Zapotitlán, Tlaltenco y Tláhuac.
Por la falta de agua, durante los días siguientes al sismo fueron comunes las disputas por el control de las pipas de agua; hubo enfrentamientos a golpes y en algunos lugares se llegó al secuestro de este tipo de unidades por parte de gente armada. Incluso, el Jefe Delegacional, Rigoberto Salgado, dijo que surgieron ‘‘huachicolerosH2O’’, quienes frente a la desesperación perforaron tubos de agua.
Con información de La Jornada