Cuck Berry, creador de ‘Johnny B. Goode’ una de las canciones que marcaron un antes y un después en la música popular occidental, falleció ayer a los 90 años.
Berry, originario de St. Louis, inventó en 1955 el lenguaje del rock’n’roll sobre una base de rhythm and blues. Su estilo era enérgico, moderno y vertigonoso gracias al poder de la guitarra eléctrica en el contexto de la posguerra: ascenso de Estados Unidos como potencia económica y la imposición de la cultura del consumo a todo el continente americano.
Berry, quien nació dentro de una familia extremadamente pobre nunca supo escribir ni leer bien, pero con la guitarra creo un lenguaje para comunicarse mejor que nadie. A diferencia de muchos de sus contemporáneos, componía y cantaba su propio material, que luego defendía en actuaciones trepidantes llenas de espectáculo. En sus conciertos incorporó gestos y movimientos nunca vistos sobre un escenario, haciendo célebre el conocido «duckwalk» (baile del pato), que terminaría por convertirse en el baile más icónico del rock’n’roll imitado por decenas de artistas.
Su estilo alternativo transformó sin lugar a dudas a la sociedad estadounidense y no tardó en hacer lo mismo en la islas británicas y luego contagiar al mundo entero.
Que en paz descanse.
Con información de El País