Bertha Cáceres, dirigente indígena y ambientalista fue asesinada en Honduras y ahora, sus cuatro hijos, Olivia, Bertha, Laura y Salvador Zuñiga Cáceres, exigen a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y otros organismos internacionales, que investiguen el crimen.
Declararon que recurren a organismos internacionales debido a la falta de credibilidad que tiene la justicia hondureña, puesto que han planteado varias hipótesis, entre ellas, problemas personales de Cáceres y ahora, una disputa de poder entre los miembros del Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras (COPINH), que la líder indígena coordinaba.
Ante medios nacionales e internacionales que cubren los funerales de Cáceres en la ciudad de La Esperanza, Intibucá, Olivia Zuñiga Cáceres, declaró “este es un crimen político, se ha dicho y desmentimos rotundamente que se trate de un crimen pasional. Responsabilizamos a la empresa de Energía y Desarrollo y al Proyecto Agua Zarca ¿y por qué lo hacemos? Pues porque ella siempre denunció amenazas sistemáticas por parte de esta empresa, además tenía medidas cautelares a las que nunca renunció, eso es falso como lo dijo el vocero de la Policía”.
Con información de Criterio HN