Aunque las negociaciones para la megaobra de ampliación de un puerto en Veracruz comenzaron en la década del 90, en 2008, bajo la presidencia de Calderón, se eligió a Bahía de Vergara como el lugar idóneo para el proyecto. A pesar de las denuncias ambientalistas (puesto que dañaría irreversiblemente al Sistema Arrecifal Veracruzano), se trabaja a marchas forzadas sobre la nueva terminal portuaria que, en menos de 100 días, recibirá al primer barco de gran calado.
En 2015, se comenzó la construcción de un muro de 4,2 kilómetros de longitud, capaz de contener olas de hasta 6,8 metros de altura. Aquel es la línea de salida de un megapuerto que tendrá 32 posiciones de atraque y cinco terminales para recibir todo tipo de productos, desde granos y minerales hasta vehículos e hidrocarburos. Todo, sobre una extensión de 1.113 hectáreas. En una primera etapa se invertirán 31.000 millones de pesos. De estos recursos, unos 378 millones de dólares provendrán de fondos públicos y el resto será capital privado.
Recién será concluida la obra en 2030 con una inversión total de 70.000 millones de pesos y una capacidad para recibir 95 millones de toneladas cada año de barcos provenientes de más de 144 rutas distintas. El alza de operaciones implicará un crecimiento de mano de obra en el Estado. Si en el actual puerto trabajan cerca de 10.000 personas de forma directa, la nueva central portuaria significará 140.000 puestos de trabajo, entre directos e indirectos.
Con información de El País