El zoo de Moctezuma: nuevos hallazgos

Recientes

Cae Walter ‘N’, presunto proveedor de armas del CJNG: operaba con arsenal militar y apps de mensajería

Un golpe estratégico al Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG). Este viernes 27 de junio, el titular de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SS...

Corte Suprema respalda a Trump: avanza su intento de limitar la ciudadanía por nacimiento en EE.UU.

Una decisión de alto impacto que podría afectar a más de 250 mil bebés al año y redefine el alcance de los jueces federales. En una votación dividida de seis...

¿Kaaaa? ¿De verdad murió Marge Simpson? Esta es la neta del planeta

Abres las redes el 26 de junio y ¡zas! Puras imágenes de Marge, mensajes de despedida, teorías locas… Y tú como muchos, pensaste: “¿A poco ya se nos fue la m...

Premio Nobel de Medicina compartirá conocimientos con miembros de la Facultad de Medicina de la UNAM

El rector Leonardo Lomelí Vanegas recibió a Drew Weissman, previo a que impartiera su conferencia magistral. Tendrán los universitarios su encuentro con el g...

El día que Florinda Meza llamó «defectos» a los hijos de Chespirito

Así, sin anestesia, se aventó Florinda Meza en una entrevista que hoy, décadas después, vuelve a hacer ruido en redes sociales. Una declaración que muchos ca...

Compartir

El arqueólogo Israel Elizalde es parte de un equipo de investigadores que está trabajando para arrojar luz sobre los animales que eran mantenidos en cautiverio en Tenochtitlán. Uno de los más graves obstáculos es que el sitio donde se cree que estaba el vivario no se puede excavar, ya que -paradójicamente- sobre sus ruinas se levantó un edificio en el que funcionan hoy los laboratorios de arqueozoología del Instituto Nacional de Arqueología e Historia.

A este espacio, no se le puede aplicar la idea de un zoológico actual. Esto ocurre porque investigaciones realizadas en los últimos años han revelado que la principal función del espacio era más religiosa, que de preservación y observación de las especies. Por eso, los arqueólogos han preferido llamarlo vivario, que literalmente significa lugar de vida.

También te puede interesar:  Trabajaré para buscar la reconciliación en Puebla: Rodríguez Almeida

Ante la imposibilidad de realizar excavaciones directamente en el sitio, los arqueólogos pasaron a estudiar los vestigios de animales encontrados en el propio Templo Mayor, donde se realizaban los rituales.

“Lo que sabíamos antes era que había una gran diversidad [en el vivario], pero ahora conocemos cuales especies podemos asegurar que estuvieron ahí en cautiverio. Por otra parte, conocemos el cuidado y la selección que las personas responsables por este lugar tenían”, comenta Elizalde. El arqueólogo afirma por ejemplo que entre los vestigios encontrados hay huesos fracturados de rapaces. “Las alas eran fracturadas para que las aves no volaran. Esto nos habla de un conocimiento anatómico que tenían los cuidadores en Tenochtitlán. Porque tampoco fracturaban partes que acabarían con la vida del ejemplar”, concluye.

Con información de El País

Comentarios