Si te decimos la frase de: «Si me buscas tú a mí, me podrás encontrar…», seguramente hasta escuchas en la cabeza la famosa tonada de la querida serie.
Candy Candy, el famoso y exitoso manga japonés que cuenta la historia de jovencita pecosa que siendo una bebé fue abandonada en medio de la nieve, al lado de una muñeca que tenía precisamente ese nombre: Candy.
En el orfanato le ponen el nombre de Candice White y obviamente, todos la llaman Candy; curiosamente esa misma noche, dejan abandonada (antes que Candy), a otra bebé, Annie, la cual resulta a lo largo de la serie ser su mejor amiga.
Esta historia fue escrita e ilustrada por Kyōko Mizuki, uno de los seudónimos de Keiko Nagita, y la mangaka Yumiko Igarashi, la cual fue publicada en el país del sol naciente en 1975, siendo hasta 1979 el final, y cuenta la historia de una chica huérfana llamada Candice «Candy» White.
Pero, ¿qué pasó, por qué terminó siendo tan exitosa? ¿Por qué no se transmite desde los años 90?
Pues resulta que hay una guerra por los derechos de autor, sí, el tan temido copyright y al momento, como no se han arreglado, es ilegal la reproducción de cualquier material de la serie, gracias a que aún existe una pelea sobre la propiedad intelectual de la obra.
Todo inició porque la mangaka, Yumiko Igarashi, comenzó a comercializar mercancía con la imagen de la protagonista de la serie, pero lo hizo sin la autorización de la escritora Mizuki, esto, porque según ella ‘no necesitaba un consenso ni un acuerdo’, ya que era ella la creadora de los personajes. Y ahí, comenzó la batalla legal.
Según el portal Business Insider, «El éxito mundial de la serie la llevó a protagonizar uno de los litigios más icónicos de propiedad intelectual en Japón«.
En sus buenos tiempos, la serie era un gigantesco negocio, pues vendía unos 13 millones de historietas por semana, o sea que en dinero significaban más de 45 millones de dólares en regalías, ¡negociazo!
Infobae reporta: Desde 1998 existe un grave conflicto entre las mentes creativas detrás de la serie, por lo que su transmisión en televisión está prohibida en todo el mundo, aún así, Candy Candy se ha visualizado en diversos países de Latinoamérica debido a un vacío legal.
O sea, que el ‘final’ que conoces de la serie, no es el final verdadero, porque la serie, después del pleito, simplemente no siguió.
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