A Rubén Moreira, de la bancada del PRI en la Cámara de Diputados, le salió lo católico, apostólico y romano, tanto que presentó una iniciativa que busca que el ‘Día de la Virgen de Guadalupe‘, es decir cada 12 de diciembre, sea considerado día de descanso oficial.
Según el diputado, esta es una de las fechas más importantes para los mexicanos, pues son millones de personas que celebran el día de la llamada ‘virgen del Tepeyac’.
Esto es lo que dice el documento:
“El 12 de diciembre se reconoce como una de las celebraciones más importantes de la cultura mexicana, en esta fecha se rinde culto visitando la Basílica de Guadalupe, se le cantan las mañanitas a la primera hora de la madrugada, millones de peregrinos nacionales e internacionales acuden a la Basílica de Nuestra Señora de Guadalupe en la Ciudad de México. En el resto de la República Mexicana, las personas acuden a los templos religiosos con flores y velas a rendir culto a la Virgen de Guadalupe”.
Según el diputado, habría grandes beneficios sobre todo para el comercio y para lograr este día feriado oficial se debería reformar el artículo 74 de la Ley Federal del Trabajo.
Lo que sería bueno saber es si esto no se contrapone con que nuestro país sea ‘laico’, o solo se les dará a las personas creyentes, porque a diferencia de la navidad, el día del 12 de diciembre lo festejan solo los católicos que, por cierto en el 2020 eran alrededor del 77% de la población mexicana, es decir, unos 97.9 millones de mexicanos. Durante el mismo año, 10.2 millones de mexicanos, aproximadamente el 8.1% de la población total, no profesaba religión alguna.
¿Qué significa que México sea un país laico y democrático?
Según la página oficial de gobernación de México, la laicidad del Estado mexicano es uno de los más grandes compromisos y proyectos de Benito Juárez a lo largo de toda su vida política; así lo demostró en 1844 cuando luego de ser nombrado secretario de Gobierno en el gabinete del gobernador de Oaxaca, Juárez presentó su renuncia ante el intento de las autoridades de consignar a quienes se negaban a pagar el diezmo a la Iglesia.
Para Juárez la separación de la Iglesia y el Estado representó un proyecto que buscaba minar los privilegios desmedidos que poseía un sector limitado de la población en detrimento de uno más grande y de la autonomía del Estado, el cual velaba por intereses particulares resguardados por la Iglesia.