Los tesoros de la ciudad milenaria Angamuco, de los purépecha, enemigos del Imperio azteca, habían estado sepultados por el paso del tiempo en el oeste del país y desenterrarlos había representado una tarea titánica con las técnicas arqueológicas tradicionales. Pero un procedimiento revolucionario ha sido un rayo de luz y esperanza para los investigadores.
El mapeo láser, que permitió el descubrimiento de una ciudad maya en Guatemala con 60.000 edificios, ha desvelado ahora que Angamuco tenía 40.000 edificios, tantos como Manhattan y en apenas una superficie de 26 kilómetros cuadrados.
«Es increíble pensar que esta enorme ciudad estaba en el corazón de México sin que nadie supiera de su existencia», adelantó arqueólogo de la Universidad Estatal de Colorado y autor de una investigación que puede dar un giro a la historia de esta civilización mesoamericana tal como la conocíamos.
«Esta ciudad estuvo abandonada por años antes de la llegada de los españoles y fue ocupada de nuevo después por los purépecha, lo que nos da claves importantes de los procesos sociales que ayudaron a la formación de ese imperio», agrega.
Aunque que la historia azteca está ya muy estudiada, los purépechas fueron la civilización mayoritaria en el centro de México a principios del siglo XVI. Tenían una capital del imperio llamada Tzintzuntzan al borde del lago Pátzcuaro, área en la que los supervivientes de esta comunidad aún viven. De hecho, las repúblicas purépechas sobrevivieron durante la Colonia y después de la Independencia de México, a principios del siglo XIX, en el Estado de Michoacán hasta que se estableció la división por municipios. Los purépechas adoptaron el cristianismo y combinaron sistemas modernos y tradicionales de organización social, económica y política. “La lejanía entre las zonas purépechas y la Ciudad de México dificultó por años su estudio, sabíamos poco de ellos más por una cuestión geográfica que por otra cosa”, comenta Fisher.
La tecnología láser ha revelado que Angamuco era el doble de grande que la capital Tzintzuntzan, ya que se extendía a lo largo de 26 kilómetros cuadrados. “Era una ciudad muy extensa, de gran importancia ceremonial, muy compleja arquitectónicamente y muy densamente poblada”, señala Fisher. La urbe tenía alrededor de 100.000 habitantes entre los años 1000 y 1350 después de Cristo, según el investigador. De comprobarse los hallazgos, Angamuco se convertiría «en la ciudad de México más grande conocida hasta ahora durante este periodo».
Las imágenes de Fisher dan cuenta de pirámides, caminos, pozos y viviendas antiguas. Los investigadores también han recalcado que Angamuco tiene una estructura inusual porque las plazas abiertas y las pirámides están situadas en los bordes de la ciudad, en lugar de en el centro, localización habitual en el tramado de las urbes. «En vez de tener un núcleo ceremonial, tenía varios puntos importantes distribuidos en toda la superficie», apunta.
Con información de El País