Distintas organizaciones no gubernamentales (ONG) han presentado una denuncia alarmante: días antes de la explosión en la plataforma Nohoch-Alfa de Pemex en la Sonda de Campeche el pasado 7 de julio, se registró un derrame de crudo proveniente de otra plataforma cercana en la misma zona.
Las pruebas son contundentes, con imágenes satelitales procesadas por el geógrafo Guillermo Tamburini que muestran claramente el derrame en la plataforma Balam, el cual habría comenzado alrededor del 4 de julio. Para el 12 de julio, este derrame ya se había extendido aproximadamente 400 kilómetros cuadrados, más del doble del área ocupada por la ciudad de Guadalajara, una situación que consideran sumamente preocupante, pues las autoridades no han informado sobre las causas y consecuencias del mismo.
Las ONG involucradas en esta denuncia manifestaron su inquietud ante la opacidad con la que se ha tratado el derrame, lo que plantea la posibilidad de que este incidente no sea un caso aislado y que otros derrames similares puedan estar ocurriendo sin que se cuantifiquen ni registren debidamente.
Además, se destacó que este no es el único derrame en la zona. Una revisión realizada en junio identificó otro derrame con una extensión aproximada de 270 kilómetros cuadrados, y otro ocurrido el 2 de marzo con una extensión de 55 kilómetros cuadrados.
Guillermo Tamburini explicó durante una conferencia de prensa que, si tan solo el 10% de las áreas reportadas en su informe tienen una capa de petróleo de 0.1 mm de espesor, los derrames podrían alcanzar los 7,000 metros cúbicos, equivalente a 2 piscinas olímpicas o a 175 camiones cisterna.
Por otro lado, Pablo Ramírez, especialista en Energía y Cambio Climático de Greenpeace México, subrayó que los aceites contaminan de forma significativa el agua, llegando a estimarse que una sola gota de crudo puede contaminar hasta 25 litros de agua. El derrame de varios kilómetros cuadrados representa una grave amenaza para los ecosistemas marinos y el medio ambiente en general.
Es importante señalar que en los últimos dos años ha habido un alarmante aumento del 152% en la frecuencia de «accidentes» reportados por Pemex, y la gravedad de los siniestros ha aumentado en un 126%.
Ante este escenario, diversas ONG se han unido para alzar la voz y presentar este informe. Entre las organizaciones que se han aliado para esta denuncia se encuentran Alianza Mexicana contra el Fracking, Greenpeace México, Planeteando, Observatorio Mexicano de Emisiones de Metano y muchas otras más.
El informe es un llamado urgente para tomar medidas y abordar esta problemática, asegurando una gestión responsable y transparente en temas ambientales y energéticos. Mantener el medio ambiente libre de contaminación es un desafío colectivo y es vital que tanto las autoridades como la sociedad civil trabajen juntas para proteger nuestros recursos naturales y garantizar un futuro sostenible para todos.