Ahora la juventud de la Ciudad de México cuenta con el Hospital de las Emociones que opera con un nuevo modelo especializado para atender problemáticas de este sector de la población, entre las que destacan: prevención del suicidio, de embarazos de adolescentes y de adicciones
La unidad, ubicada en la delegación Venustiano Carranza, brindará servicio gratuito de 09:00 a 21:00 horas los siete días de la semana y podrá atender a alrededor de 800 mil jóvenes.
“Cuando quieras encontrar con quién platicar, con quién desahogarte, dónde recibir una orientación, antes de que tomes cualquier decisión, que te arrepientas, sea lo que sea, si hay algún problema, aquí tenemos que apoyarte, vamos a canalizar esto que por eso se llama Hospital de las Emociones.”
La directora general del Instituto de la Juventud (INJUVE) de la Ciudad de México, expresó que prevenir las conductas de riesgo es el principal objetivo de este centro de salud, único en el país, a través del cuidado y orientación de las emociones como política de prevención.
“Hemos ya logrado colocar este tema en la conversación global, para lograr incidir en uno de los objetivos de la agenda sostenible del milenio, que tiene que ver con la salud y bienestar de las personas para que cada vez más gobiernos a nivel nacional e internacional consideren como prioritaria la salud emocional de sus jóvenes”, sostuvo.
Agradeció el apoyo de la Secretaría de Salud (SEDESA) capitalina, que además participará con dos unidades preventivas para recorrer las colonias y canalizar a los jóvenes a diversos servicios.
El titular de la SEDESA, recalcó que la dependencia a su cargo brinda atención a las y los jóvenes con conductas de riesgo, dificultades emocionales por comportamientos compulsivos, trastornos de alimentación, prevención de embarazo adolescente, suicidio, violencia y enfermedades de trasmisión sexual, entre otras problemáticas.
“La Secretaría de Salud está participando conjuntamente con el Instituto de la Juventud con el propósito fundamental de promover la salud mental, prevenir conductas de riesgo y detectar fases incipientes de las patologías para evitar en lo posible sus consecuencias físicas, mentales y sociales”, añadió.
“Centros de salud emocional como este, que es ahora prototipo, deben existir en todo el país, coadyuvando en la atención de problemas emocionales y logrando la disminución de la incidencia de los mismos en la población juvenil”.