Este lunes, la Suprema Corte de Justicia de Estados Unidos negó reconsiderar la ampliación del Programa de Acción Diferida para Llegados en la Infancia (DACA) y su versión para adultos (DAPA), como propuso el presidente Barack Obama.
Según especialistas, se trata de una derrota para la política migratoria del mandatario.
Con estas medidas detenidas desde el empate judicial del pasado 23 de junio, beneficiarían a casi cinco millones de indocumentados.
“La Suprema Corte permitió nuevamente que la política se entrometa en el camino de la justicia”, acusó el director interino del Latino Victory Fund, César Blanco.
Ambos programas, que beneficiarían a 300 mil jóvenes y cuatro millones de padres indocumentados, fueron impugnados por los gobiernos de 26 estados encabezados por Texas. Ellos argumentaban que las acciones migratorias los forzaban a incurrir en gastos por la expedición de documentos de identidad para los inmigrantes indocumentados.
“La administración está decepcionada de que el Tribunal Supremo ha negado una vez más al Departamento de Justicia la petición de volver a escuchar este caso”, denunció el vocero presidencial Josh Earnest.
Con información de Notimex