Autoestima, la app más importante y menos descargada de nuestros tiempos

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Le pedí al Director de Cine Axel Guerrero (@fhongo) que nos escribiera algo acerca de su percepción de las redes sociales virtuales. Los dejo con su comentario:

¿Se imaginan que una persona con la primaria trunca, fuera sinodal de su examen profesional doctoral? No olviden esta pregunta que más adelante hará mucho sentido.

Como director de cine, me confieso aficionado a la psicología, pues de esta surge el desarrollo de la personalidad, la naturaleza y el temperamento de todos los personajes de las películas o series. Estas últimas muy de moda en la actualidad, pues al ser historias cortas  nos satisfacen más rápido por la carente necesidad de emplear nuestro tiempo y energía para seguir y entender su trama.

En particular, les confesaré que una de mis series preferidas de todos los tiempos es la británica, original de Charlie Brooker; “Black Mirror”, pues plantea cómo la antropología de la tecnología está afectando nuestra vida y desarrollo humano en un futuro que se ve muy próximo.

Pero la pregunta planteada al principio de este texto, nos lleva particularmente al primer episodio de la tercer temporada, llamado “Caída en picada” (Nosedive por su título en inglés), el cual plantea un futuro en el que la sociedad es controlada completamente por las evaluaciones de otras personas en una red social. Un puntaje alto nos permite obtener ventajas al rentar un coche o un departamento, incluso obtener lugares en el transporte público o en restaurantes. En este capítulo, una mujer intenta mantener su puntaje de popularidad elevado,  mientras se prepara para la boda de su mejor amiga de la infancia, teniendo como trama la necesidad de aceptación de los demás antes que la propia, situación que ha sucedido a lo largo de los tiempos modernos y que me hace reflexionar acerca de la app más importante que tenemos y  que es la autoestima.

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Es impresionante ver más gente prestando atención al aspecto y al cuidado físico que al psicológico. Que les importe más tener un filtro que les pula la piel en lugar de pulir su mundo interno, cuando en realidad tenemos más lesiones psicológicas que  físicas, y me refiero a lesiones como el fracaso, el rechazo o la soledad, mismas que no se tratan levantando pesas, haciendo abdominales o llevando dietas estrictas. Yo lo veo de esta manera: Es como tener un banano de concurso fotográfico, maduro por fuera, en su punto; con ese color amarillo saturado y resplandeciente, pero que al descascarar, encontramos que por dentro está podrido, rancio y echado a perder. Para eso, el único filtro que puede embellecer  nuestro mundo interno es la terapia psicológica.

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Los usuarios de las redes sociales virtuales que buscan constante y obsesivamente obtener una calificación proveniente de los demás usuarios suelen tener una  autoestima baja basada en un método de medición como lo son la cantidad de seguidores, numero de likes, corazones, estrellitas o pulgares arriba para “Ser alguien” en un mundo digital cuando en realidad, la aceptación buscada debiera ser la de uno mismo.

Para terminar, ¿Permitirían que una persona con la primaria trunca, fuera sinodal de su examen profesional doctoral? Es decir ¿Permitirían que una persona con una autoestima cuestionable sea encargada de calificar y ponerle algún valor a la tuya? Esto para pensar seriamente en la importancia de construir un mundo interno rico y nutrido y no basado en el espejeo de los demás.

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