En los primeros seis meses de 2017 se registra la vulnerabilidad de la actividad periodística en México, con más ataques, amenazas, agresiones y asesinatos. Y de fondo, la impunidad, la misma de siempre.
En su informe semestral sobre ataques a la prensa, la organización Artículo 19 destaca que policías, políticos, servidores públicos y criminales agredieron de media 1.5 veces al día a reporteros y fotógrafos. En total, 276 ataques, amenazas e intimidaciones en 181 días y en los primeros seis meses del año pasado fueron 218.
Este año será el más mortífero en nuestro país en mucho tiempo y la profesión periodística no escapa a la realidad del país. El mes de marzo, acabó con tres reporteros ejecutados, casos de Miroslava Breach, Cecilio Pineda y Ricardo Monliu. A estas alturas del año, ya son ocho. El reportero michoacano Salvador Adame continúa en calidad de desaparecido. Su familia no acepta el resultado del peritaje, que prueba, según el Gobierno local, que unos restos encontrados en Michoacán pertenecían al reportero. Sería el caso número nueve.
Juan Vázquez, de Artículo 19, explica que «no hay un solo detenido por ninguno de los ocho periodistas asesinados este año. A pesar del compromiso público que se ha hecho después del asesinato de Javier Valdez, no se ve una actitud distinta ni un cambio en la manera de actuar».
El informe destaca el alto nivel de amenazas y agresiones perpetradas por funcionarios públicos. En los primeros seis meses de 2017, trabajadores de las diferentes instancias de Gobierno agredieron a periodistas en 140 ocasiones. Fueron policías municipales, estatales y federales, pero también cargos electos, concejales, regidores.
«Los funcionarios siempre son los principales agresores de la prensa», dice Juan Vázquez, de Artículo 19.
Este año ha sido especial, también, por los procesos electorales. Los ciudadanos de Coahuila, Nayarit, Veracruz y el Estado de México acudieron a las urnas a votar alcaldes y gobernadores. En ese marco se documentaron 37 agresiones durante las campañas, la mitad el día de la elección.
La impunidad sigue siendo uno de los principales problemas. El año pasado, la Comisión Nacional de Derechos Humanos detalló en un estudio que de los 176 casos llevados ante la justicia desde 2000, el 90 por ciento siguen impunes.
«No hay voluntad política para investigar casos de agresiones contra periodistas», concluye Vázquez, «porque no tienen voluntad de investigarse a sí mismos. Muchas veces el que está investigando es el mismo que está agrediendo a la prensa».
Con información de El País