La Secretaría de Gobernación (Segob) tiene una base de datos de 6.8 millones de niños, cuyo uso futuro es una “incógnita”, aseguró Francisco Javier Acuña Llamas, comisionado del Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (Inai).
Es información del Registro Nacional de Menores de Edad, que inició en el sexenio anterior, y fue cancelado en 2015, como parte del Registro Nacional de Población e Identificación Nacional.
Acuña Llamas apuntó que los datos personales que se encuentran en dicha base tienen impacto nacional, por lo que se debe analizar si deben eliminarse todos los datos para evitar malos manejos.
Sin embargo, Humberto Roque Villanueva, subsecretario de Población, Migración y Asuntos Religiosos de la Segob, dijo que el banco de datos de la cédula de identidad no corre riesgos.
Explicó que el proyecto “está en receso”, porque la idea es integrar los datos biométricos a una clave única de identidad, que será concretada con la modernización de los registros civiles y la depuración de la Clave Única de Registro de Población CURP.
Un grupo de expertos trabaja en una nueva cédula de menores que, a diferencia de la cancelada, serán los mismos padres quienes tomen los datos necesarios y tengan la información.
En entrevista René López, del Instituto Forense Pericial de Latinoamérica, A.C., detalló que para dicha base –la cuál será encriptada— se tomarán seis cabellos, un pelmatograma, toma de muestra de sangre, más datos como domicilio, nombre y apellido, y otros que los propios padres puedan tomar.
“(El costo) no rebasaría por arriba de los diez pesos y l os padres de familia serían capacitados para saber tomar las muestras.
Con información de Excélsior