La titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), Claudia Ruiz Massieu, adelantó en rueda de prensa que, «la lucha antidrogas debe incorporar un nuevo enfoque integral que busque garantizar el bienestar del individuo en todos sus aspectos”. La canciller optó por destapar la posición que México presentará hoy ante la Organización de las Naciones Unidas. Esta nueva postura, no deja de lado la necesidad de que se siga combatiendo con determinación al crimen organizado, sino que se requieren estrategias que vayan más allá de la simple confrontación directa con los grupos criminales.
Luego de que en el sexenio de Felipe Calderón se pusiera énfasis en el combate a los cárteles de la droga, la canciller adelantó que México dará un cambio en su política de drogas que «no se circunscriba únicamente al aspecto punitivo, sino que incorporen también dimensiones de salud pública, de derechos humanos, de tratamiento integral y de las causas y efectos que tiene en la sociedad más amplios el tipo de estrategias que se definen en cada país.”
No obstante, expertos en políticas antidrogas, han emitido su opinión sobre la nueva posición, tildándola de ambigua. Javier Urbano Reyes, experto en la temática señaló que: “La palabra integral se usa mucho en política pública pero muy pocas veces se le ha dado un contenido programático, normativo, instrumental, etc. Esta palabra ha servido de parapeto para no identificar necesidades focalizadas en materia de desarrollo, en este caso en materia de lucha contra el problema de las drogas”, asimismo, “centrar la atención en materia de salud ciertamente ayuda, pero asume la existencia de las personas ya en problemas de salud por el consumo de drogas y no se atiende primeramente el principio de prevención a través de acciones”. Añadió que en las administraciones pasadas “se hablaba mucho del combate hacia el narcotráfico, pero hoy se debe entrar en un ambiente preventivo”.
Con información de Excélsior