Este síndrome que afecta a más de la mitad de las mujeres en etapa de menopausia frecuentemente no es investigado en la historia clínica por el médico, las pacientes a pesar de las molestias y el cambio en la calidad de vida, con inusitada preocupación menosprecian a la hora de comentar su estado de salud con su médico ginecólogo o internista el hecho de padecer por este síndrome.
Anteriormente este síndrome (conjunto de síntomas y signos muy comunes a varias enfermedades) se conocía como vaginitis atrófica, atrofia vulvo-vaginal, atrofia vaginal y actualmente se describe como el Síndrome Genitourinario de la Menopausia (SGUM o GSM como se menciona en inglés) terminología propuesta en el 2014 por La Sociedad Internacional de América del Norte para el estudio de la Salud Sexual de la Paciente Menopáusica.
El problema se genera a expensas de los bajos niveles de estrógenos (hormona producida en etapa reproductiva por las mujeres y que cesa o disminuye en la menopausia de manera abrupta).
Se manifiesta por sequedad vaginal, picazón, ardor, irritación, disminución de la lubricación y dolor durante las relaciones sexuales (dispareunia), urgencia al orinar, molestias al sentarse o asearse después de orinar, aumento de la frecuencia para orinar, ardor durante la micción y aumento en la frecuencia de infecciones del tracto urinario.
Para algunas pacientes la penetración durante la relación sexual es imposible por el dolor secundario a la resequedad, irritación e inflamación que presentan. En la observación al explorar a la paciente, se aprecia una disminución de vello púbico, pérdida de grasa de las almohadillas alrededor de los labios vaginales, adelgazamiento de los labios menores, estrechamiento del introito vaginal. El PH o sea el grado de alcalinidad de la vagina se incrementa facilitando infecciones en el área. Durante el examen con el espejo el médico encuentra disminución del calibre vaginal, mucosa despulida con pérdida de los pliegues naturales, cuello uterino acortado, vagina enrojecida y en ocasiones huellas de sangrado. La revisión con Papanicolaou es importante para descartar la presencia de cáncer en estas pacientes.
A pesar de que este síndrome Genitourinario produce cambios en la calidad de la vida sexual con la pareja, las mujeres por pena no comunican este hecho a sus médicos, por lo que, no reciben el tratamiento adecuado. El grado de falta de atención para estos casos es alarmante, por lo que es indispensable una campaña de información para la detección, así como, el diseño de nuevas estrategias para el rastreo con encuestas que faciliten la expresión de las pacientes para su registro y atención.
El tratamiento para mejoría de los síntomas es muy sencillo cuando el médico tiene la información adecuada, generalmente no tiene complicaciones y el impacto es casi inmediato en la mejoría de las pacientes. La seguridad sobre efectos colaterales o peligrosos es muy buena, solo en las pacientes que han padecido cánceres dependientes de hormonas no se debe de usar o usar bajo estricta supervisión de su médico.
Los nuevos tratamientos incluyen moduladores de los receptores de hormonas femeninas, terapias con laser o DHEA vaginal, los lubricantes y humectantes son buenos colaboradores en el tratamiento. Los tratamientos con fisioterapia para reforzar la fuerza muscular en el piso pélvico en pacientes que manifiestan incontinencia es un excelente apoyo.
Para las pacientes que aún tienen relaciones sexuales la terapia con el especialista sexólogo médico es muy recomendable.
Todos los médicos de contacto primario con el paciente deben conocer el SGUM, además saber aplicar los tratamientos y recomendaciones para la pronta recuperación de las pacientes.
El tratamiento con Laser Microablativo rejuvenece el epitelio vaginal al activar proteínas y factor de crecimiento lo que resulta en un incremento de la vascularidad (más irrigación sanguínea), producción de colágeno y recambio de células de la mucosa que en forma conjunta incrementan el grosor del epitelio vaginal. Todos los síntomas de del síndrome mejoraron con el tratamiento con muy pocos síntomas adversos.
La finalidad de esta información es instruir a nuestras lectoras sobre las ventajas y buenos resultados de los tratamientos para este síndrome durante la menopausia y animarlas a buscar la ayuda que les resolverá el problema y ayudará a recuperar su calidad de vida.
Dr. Alejandro Cárdenas Cejudo
Médico Internista
Hospital Angeles del Pedregal
www.dralejandrocardenas.com